Nacho Vigalondo dirigió en 2007 una de las películas más fascinantes que ha dado el cine sobre la temática de los viajes en el tiempo. Se trata de Los cronocrímenes y en ella se narra un pequeño viaje al pasado de una hora aproximadamente que tiene un trasfondo gigantesco. ¿Es Héctor tan malvado como aparenta ser? ¿Qué utilidad parece tener la máquina del tiempo de la película además de, como es lógico, viajar en el tiempo? ¿Es “Los cronocrímenes” una película espiritual además de un thriller de ciencia ficción con ribetes de comedia? Las respuestas a esta y otras tantas preguntas las intento desgranar en este ensayo escrito para La Abadía de Berzano. Son unas cuantas líneas, pero si tienen “tiempo” (nunca mejor dicho) pásense por allí y échenle un vistazo. Espero que les guste y, sobre todo, que debatan sobre ello.
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