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Channel: Post-nuclear Bloody Films
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NO TAN "AMAZING"

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Con el reinicio de la saga de Spider-man ha pasado algo bastante curioso, pues se han limitado ha rehacer todo lo ya anteriormente contado con el parche de los padres de Peter Parker que, mirándolo bien, tampoco era demasiado necesario (aunque bueno, por lo que se ve, seguirán explotando este “parche” en las siguientes secuelas de la nueva trilogía). Así que, ¿qué necesidad había de rehacer de nuevo una saga tan potente y tan bien llevada al cine por Sam Raimi (joder, si hasta ahora, después de haber visto esta película me gusta la odiada Spider-man 3)? Y es que a mi que me perdonen, pero considero el “Spider-man 2” de Raimi como una de las mejores cintas de súper héroes que se han hecho nunca, así que si me proponen volver a empezar de cero espero ver algo diferente. Algo que, por ejemplo, logró Christopher Nolan con sus “Batmans” (que ganas le tengo a esa tercera parte [dicen que hubo ovaciones por parte de la crítica al acabar el film]) que otorgó un punto de vista más humano y realista que el que mostró Tim Burton a finales de los ochenta y principios de los noventa. Y miren que los dos “Batmans” de Burton son excelentes, con ese Keaton encarnando al caballero oscuro, ese Nicholson encarnado al maniaco Jocker y ese Devito y esa Pfeiffer encarnando al Pingüino y a Catwoman, respectivamente. Son miradas que difieren del cómic, por supuesto – las de Nolan, las de Raimi, las de Burton, etc… -, con licencias imperdonables que los más acérrimos seguidores de los cómics no pueden soportar, pero lo que es indudable es que son visiones estimulantes y que aportan algo más a las historias originales. Y no, en este “amazing” Spider-man no se cuenta nada nuevo. Pero lo peor de todo es que estas anteriores versiones son tan recientes que es imposible no echar la vista atrás con algo de decepción. Se podría haber continuado con una cuarta y meter el puto parche de los padres e incluso puede que se pudiera haber cerrado todo en una única película. (¿Para que tres?). Pero este “amazing” suena a tomadura de pelo, coño (que no de pelo de coño). Además, para aquel que se queje que en los Spider-mans de Raimi, nuestro héroe arácnido era demasiado exhibicionista y que se quitaba la máscara cada dos por tres, pues que sepan que en esta entrega ese acto vil de revelación también se repite. Pero ese momento de exhibicionismo (más modesto, claro), no se puede comparar con la emoción que imprimió el director de “Posesión Infernal” a esa escena en el tren de Spider-man 2, con ese súper héroe sin máscara y un montón de ciudadanos observando al ser humano que se esconde bajo el traje. Es una de las secuencias más cautivadoras de la película y la que hace que ese film sea especial: “Spider-man” es descubierto pero no pasa nada, las personas que le descubren le comprenden y sabrán guardar su secreto, algo nunca visto anteriormente en una cinta de súper héroes. Pero bueno, para que no se diga, debo decir que este reboot que nos han metido por el culo y hasta el fondo, no es que sea malo ni que no tenga buenas ideas. Claro que las tiene, a voz de pronto se me ocurre que la historia de amor no es tan ñoña. Además, el único lastre que tenía la trilogía Raimi era Kristen Dunst y su imperecedera cara de pena, y sin embargo ahora nos han cambiado la novia a Peter Parker y ya no es Mary Jane Watson la que se muere por sus huesos, si no una pontentísima Gwen Stacy encarnada por Emma Stone (una actriz que cada vez me gusta más). Los demás personajes, por el contrario, dejan bastante que desear. Ni Rhys Ifans como el Dr. Curt Connors se erige como un gran villano que merezca la pena recordar y Andrew Garfield es una sombra del excelente Spider-man encarnado por Tobey Maguire en la anterior trilogía. Y es que, ¿qué es este “Lagarto” sino un remedo entre el Dr. Octopuss y el Duende (por cierto, sonrojante cuando el doctor empieza a escuchar voces tal y como hacía Willem Daffoe/Duende [no me extraña que el actor haya puesto el grito en el cielo ante esta nueva versión])? Pero la culpa no la tienen los actores, ni el director, Marc Webb, que va. La culpa la tienen los que están detrás del meollo, que han optado por no jugársela demasiado y nos ofrecen una ración más de lo mismo, pero más sosa. Si, la novia es diferente (y está más buena), Parker se fabrica sus lanza-telarañas como en el cómic, pero lo demás, lo que importa, la base, el “chup-chup” del guiso, es el mismo. Hasta tenemos esas gotitas de humor tontorrón que ya aparecían en las anteriores y que sacaron de quicio a medio planeta (a mi no, a mi me encantan, por cierto). No es de extrañar que en los créditos del guión encontremos a Alvin Sargent, que ya participó en el libreto de la segunda y tercera parte de la antigua trilogía y que el equipo técnico esté compuesto por personas que ya habían intervenido en los viejos“Spider-mans” (J. Michael Riva, diseñador de producción de Spider-man 3; David F. Klassen, director artístico de Spider-man 3; Lea Lambert, efectos especiales Spider-man…). Así que, ya me han engañado una vez, a la siguiente no paso por taquilla. Raimi forever.

"The ABCs of Death" en Sitges 2012 y más noticias

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Y continúa el goteo de información sobre el Festival de Sitges de este año.

"Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya se ha consagrado como una catapulta de prestigio para proyectar nuevos talentos del cine de terror y, a la vez, nuevas maneras de representar este género. Es la reflexión que hizo su director, Àngel Sala, que aprovechando un encuentro con fans celebrado ayer, jueves 12 julio, en el FNAC del Triangle de Barcelona subrayó la apuesta de Sitges por los directores emergentes y avanzó nuevas confirmaciones que estarán en la parrilla del Festival, que se celebrará del 4 al 14 de octubre. Toda esta savia nueva, que engloba diferentes estilos bajo la misma bandera de la innovación, también estará representada en la presente edición del certamen con películas como The ABCs of death, V/H/S, Antiviral, Excision o You’re next. Todas ellas son el máximo exponente de este cambio de tendencia del cine fantástico y de terror. Un golpe de autoridad para mostrar lo que algunos ya conocían como el talento del nuevo milenio.
David Cronenberg y su hijo Brandon pondrán la nota de color en un de duelo generacional, que ya exhibieron en el Festival de Cannes y que, en Sitges –más que en cualquier otro sitio– refleja la evolución que ha experimentado el género en los últimos años. Así, mientras el padre presenta el oscuro drama Cosmopolis, con el mediático Robert Pattinson en cabecera del reparto, el heredero de los Cronenberg debuta en el festival con Antiviral, una historia que retrata la obsesión de una adolescente que se dedica a vender virus de celebridades a sus enfermizos fans.
Ahora bien, si de lo que se trata es de contentar a los seguidores más fervorosos, esta misión le corresponde a The ABCs of death. Original en el planteamiento y en la ejecución, la película reúne 25 directores de todo el mundo –todos ellos, evidentemente, vinculados al cine fantástico y de terror– y les adjudica una letra del alfabeto. Su reto: escoger una palabra a partir de esa letra y, como si fuese una cadena creativa, rodar un cortometraje basado en la muerte que tenga la palabra seleccionada como eje central. Un juego de pistas rocambolesco para hacer las delicias de un público que también ha dicho lo suyo. Y es que la última letra del abecedario, la número 26, estaba reservada para el director amateur que fuese más votado en el concursoT is for Toilet. En este caso, Lee Hardcastle.
En una línea similar, V/H/S también es el resultado final de una convención de directores de antología, entre los que se encuentran Adam Wingard, David Bruckner o Ti West. Cada uno de ellos se ha encargado de uno de los diferentes cortos que conforman esta película coral, basada en un grupo de delincuentes chapuceros que son contratados para recuperar una cinta de vídeo. Un cadaver rodeado de antiguas cintas VHS es el punto de partida de una historia que, a medida que va avanzando, se vuelve cada vez más espeluznante.
Igualmente violenta, aunque con un punto más cómico y surrealista, llega el film Excision, escrito y dirigido por Richard Bates. El argumento se centra en una estudiante perturbada que como única meta tiene triunfar en el campo de la medicina, tal y como le ha inculcado su controladora madre. Esto la llevará hasta situaciones extremas, en las que tendrá que superar el rechazo social que genera sus fantasías sexsuales y su afición a la cirujía macabra. Una obra sangrante y delirante que muchos han definido como una Carrie dirigida por John Waters.
Y, finalmente, You’re next. Un sugerente título en el que Adam Wingard toma el subgénero slasher y lo gira como la piel de un conejo para transformar completamente las historias de psicópatas sanguinarios y, de paso, ganarse la complicidad del espectador con un resultado final ciertamente original. La historia empieza con una familia que se reúne para celebrar el aniversario de boda de los padres. A partir de aquí, la irrupción de una banda de asesinos con intenciones misteriosas les fastidiará la fiesta.
Y como el nuevo talento no existiría sin la influencia de los veteranos cineastas que les han mostrado el camino a seguir, los jóvenes directores del terror del nuevo milenio tendrán en Sitges un padrino de excepción: Dario Argento. El artífice de obras maestras omo Suspiria i Profondo Rosso, estará presente en Sitges con su nuevo largometraje: Dracula 3D, una producción de Enrique Cerezo protagonizada por Thomas Kretschmann (Mejor Actor en Sitges 2007), Rutger Hauer, Asia Argento, Marta Gastini y Unax Ugalde."

LA REDENCIÓN DEL HÉROE

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Vi “El caballero oscuro: la leyenda renace” ("Batman 3" para abreviar) el sábado y el domingo me enteré de lo ocurrido en USA. (De la matanza en un cine durante el pase de la película, por si alguien no lo sabe). Total, que después me he puesto a pensar un poco en la tremenda problemática que tiene Estados Unidos con las armas y la facilidad con la que un energúmeno puede pillar una metralleta y liarse a tiros con cualquiera. Por lo tanto, ¿cómo controlar algo así? ¿Cómo deben actuar las fuerzas de la ley ante el libertinaje que existe allí con las armas? Incluso ¿cómo debe actuar el héroe ante algo así?


Pues bien, pensando y pensando, me vino a la cabeza una película de los setenta sobre un joven que volvía a su pueblo natal con su mujer e hijos. El hombre llamado Buford Pusser (Joe Don Baker), un tipo recto y justo, no tarda en ver con malos ojos un garito instalado en la ciudad que es un auténtico hervidero de prostitución y en el que se apuesta de manera ilegal, además de vender güisqui adulterado. Pusser verá como le ventilan un montón de pasta por la cara y que por si fuera poco nadie hace nada cuando le pegan una paliza que lo deja medio muerto. Tanto el sheriff de la ciudad como los jueces están comprados por los mafiosos que han inundado de vicio la ciudad, así que Pusser decidirá hacer frente a esa chusma e incluso se presenta a sheriff de la ciudad, cosa que finalmente consigue. Pronto comienza a impartir justicia (madero en mano) y a meter a los “malos” entre rejas, cosa que le traerá más de un problema tanto a él como a su familia. Y es que una cosa es ser un súper héroe encapuchado que mantiene a raya el crimen, y otra muy distinta hacerlo a pecho descubierto. Con dos cojones.

El verdadero Buford Pusser.
“Pisando fuerte” está basada en una historia real, de hecho el personaje principal, el sheriff Buford Pusser, existió de verdad y sufrió en sus propias carnes las terribles consecuencias de hacer frente al crimen (de hecho, la película conoció dos secuelas, una serie de TV y unos cuantos remakes que prefiero ni ver). Pero quizás lo más interesante de “Pisando fuerte” sea que mientras la ves tienes la sensación de que estás ante una olla a presión que en cualquier momento va a estallar (y todo ello viene favorecido por el abundante uso de hemoglobina que se da durante el film). No sólo porque los rufianes de la película sean eso mismo, unos rufianes que no respetan ningún tipo de ética ni moralidad y cuya codicia ensombrecen la apacible vida del pueblo, sino porque la respuesta de nuestro protagonista se va volviendo cada vez más y más violenta a medida que avanza el metraje, hasta llegar a un trágico final. Pusser lucha contra los delincuentes y pone en riesgo su integridad física y la de su familia, que por otro lado le ruegan continuamente que cese en su empeño de limpiar de escoria la ciudad. Pero lejos de rendirse – tal y como dice Pusser, “pisa fuerte” (de ahí el título) – hace caso omiso a los consejos y advertencias de los que le rodean y continúa su particular batalla contra el crimen.


Cuento esto porque en “Batman 3” se nos plantea este mismo dilema. ¿Cómo combatir el crimen siendo un (súper) héroe y tener una vida normal y corriente con tu mujer e hijos? Como comprobamos en esta tercera entrega del hombre murciélago, Wayne (Bale) no ha sabido continuar sin su alter ego y no ha rehecho su vida, es más, ha empeorado estrepitosamente, algo que le recrimina su mayordomo Alfred (Michael Cane), un personaje que sin lugar a dudas aporta algunas reflexiones claves para entender bien lo que nos explica este cierre de la trilogía de Nolan. Esto, sinceramente me encantó. Pues parece que aunque Wayne haya colgado su capa de súper héroe, no ha sabido encauzar su vida normal.


Pero volviendo a la excelente película protagonizada por Don Baker, existe un claro elemento con el que nuestro héroe se debe enfrentar: las armas (quizás por eso me vino a la memoria esta película después de oír la noticia de la masacre en los cines). A pesar de que el sheriff se enfrenta a los maleantes con un palo (seña por la que consiguió cierta fama y por la que incluso se le podría identificar como cualquier otro súper héroe de ficción que se precie), poco a poco las armas se van haciendo cada vez más presentes durante la película hasta que, en el último tramo del film, el sheriff le regala una escopeta a su hijo en navidad (no la vemos porque está envuelta, pero lo adivinamos por la forma). Pues bien, una vez se lleva a cabo el terrible asesinato de su mujer (en una sobrecogedora escena) y Pusser queda gravemente herido al serle seccionada media cara de un disparo, es el propio hijo del sheriff el que se dirige al hospital con los ojos inundados en lágrimas con la escopeta en la mano. El chaval se postra al lado de su padre que está tumbado en una camilla del hospital y le entrega el arma que le había regalado. Está claro que clama venganza y Pusser accede acariciándole la mano a su hijo. Así pues, este trágico héroe vuelve a la carga con medio rostro escayolado - cosa que le da una especie de aura monstruosa a su personaje - y termina asesinando a los causantes de la muerte de su mujer. En este punto, Phil Karlson, el director, dota al film de un ambiente pesadillesco y malsano donde no existe ningún tipo de redención para el desafortunado héroe/protagonista y que queda muy alejado de otras películas con vengadores/vigilantes de la época.


En este aspecto, “Batman 3” se queda algo floja. Nolan no sólo no se atreve a terminar con el héroe enmascarado ni que este pague un precio injusto y trágico por sus actos como si lo pagó Pusser, sino que además el film termina resolviéndose de una manera un tanto facilona y, porque no decirlo, decepcionante. “Batman 3” es verdaderamente épica (su duración y la banda sonora de Zimmer ayudan bastante) y nos plantea un auténtico Apocalipsis anárquico. Pero lamentablemente no llega hasta el límite y las premisas que plantea se quedan a la mitad.


La vida está llena de tragedias y aunque quizás haya hecho mal en meter con calzador esta película de los setenta, uno no puede evitar pensar en que el destino no es para todos tan esperanzador como desea y que los precios que los héroes deben pagar por su labor son totalmente injustos (como pasaba en “Pisando fuerte”) y por eso el final de “Batman 3” resulta tan esperanzador como flojo.


Ahora mismo acabo de llegar a un punto extraño y peligroso de mi reflexión, pues son demasiados paralelismos los que estoy haciendo sin que una cosa tenga que ver con la otra (“Pisando fuerte”, el trágico incidente durante el pase de “Batman 3”, el abuso de las armas en USA, los precios que el héroe tiene que pagar por el bien de la humanidad…) y como veo que estos temas habría que tratarlos por separado para evitar de ese modo frivolizar, terminaré este post con una breve apreciación de lo que me ha parecido este “El Caballero Oscuro: la leyenda renace”. Si, está bien, es una buena película, aunque obviamente no se ha repetido el excelente resultado de la segunda parte. Como decía “Batman 3” tiene el gran acierto de mostrarnos a un Bruce Wayne en horas bajas que se debate entre seguir encerrado en su mansión o volver a ponerse el traje de murciélago ante la creciente amenaza del siniestro Bane (Tom Hardy) - un villano bastante interesante, por cierto -. También me encanta esta Catwoman – aunque dista mucho de la excitante gata loca que interpretó la Pfeiffer -, y Heathaway está muy convincente haciendo de ladronzuela, por no decir que el látex le sienta de fábula (esas posturas encima de la moto, con el culo en pompa, ¡por Dios!). Pero viendo la película es más que evidente algunos personajes, como el de Catwoman, cojean y que les falta algo para que sean convincentes. Y hablando de cojeras, ¿por qué demonios se empeña Nolan en ser tan realista si luego se pasa todo por los huevos? Porque eso de mostrar a un Wayne/Batman en horas bajas está muy bien, pero joder, luego no me lo “cures” por arte de magia, coño.  

"DETENTION"

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Siempre es motivo de alegría que un director apueste por llevar su visión hasta el final, sobretodo si tenemos en cuenta que normalmente prima más la del productor y los grandes estudios. “Detention” es diferente por muchos motivos. El primero quizás es porque se trata de un proyecto autofinanciado y el segundo porque estamos ante un personalísimo slasher con numerosas referencias a la cultura pop de los noventa. No nos ha de extrañar que el padre de la criatura, Joseph Khan, iniciara su andadura realizando videoclips para los Backstreet Boys, U2, Britney Spears, Eminem y luego Muse, Blink 182 o Lady Gaga… No por menos, la banda sonora está esculpida a base de grandes éxitos pop de los noventa y del nuevo milenio en una exquisita selección. Los noventa fueron sin duda una de las décadas más menospreciadas del siglo pasado – ¿no ocurrió nada en los noventa? ¿Fue un vacío espacio temporal? -, puede que por eso nuestros protagonistas – todos ellos encarnados por actores que no superan los veinte años - sean unos apasionados de esa década.


En “Detention” tenemos un asesino disfrazado de Cindherella, una sanguinaria Cenicienta que revienta las taquillas de los cines con cada nueva entrega y que tiene un toque paródico a la saga “Saw” e incluso, diría yo, a la gamberra “Hello Mary Lou” (Bruce Pittman, 1987), secuela de la muy inferior “Prom Night” (Paul Lynch, 1980), protagonizada por la otrora scream queen Jaime Lee Curtis. Como es lógico los guiños a “Scream” son inevitables, pero el film de Khan no se queda ahí y “Donnie Darko” y “Carrie” también están presentes. Hasta la sombra del Cronenberg de “La Mosca” y “Videodrome” se deja caer, pero todo ello con sentido del humor y una puesta en escena y un montaje excesivos, en los que es más que palpable el mundo videoclipero del cual proviene Khan. Si hubiera una película con la que se podría comparar esta “Detention” sería, salvando las distancias, con “Scott Pilgrim vs el mundo” (Edgar Wright, 2010), aunque aquí la pirueta es mucho más estrafalaria, que ya es decir.


Nos encontramos en tiempos extraños. Tiempos en los que los adolescentes se siguen peleando entre ellos, llegando a matarse por ir al baile de graduación con la más guapa de la clase. Hay cosas que no cambian y está película no lo puede obviar. Pero quizás, dentro de todo ese exceso narrativo que supone “Detention” se esconda una de las reflexiones más loables que ha dado el género de las comedias adolescentes, con John Hugues a la cabeza: los adolescentes no tienen futuro. O más bien, podrían quedarse sin él. Desde el director hijodeputa y fracasado del instituto hasta tu mejor amigo pueden acabar contigo, todo depende de cómo afrontes el presente.


Además, el joven elenco de actores – y sobretodo el trío protagonista, Josh Hutcherson, Spencer Locke y la deliciosa Shanley Caswell– brillan con luz propia en esta película en la que por faltar, no falta de nada. Invasiones alienígenas, un niño mutante, viajes en el tiempo en el interior de un oso disecado de origen extraterrestre, Patrick Swayze, Steven Seagal, Ron Jeremy, mucha sangre, humor y música. Si, puede que al final, entre tanto batiburrillo y tanta locura, la historia termine hilvanada por los pelos y algunos puntos sean algo forzados, pero estamos ante una obra maestra de cabo a rabo. Difícil de ver y de seguir, si, pero una experiencia auténtica y, repito, un motivo de alegría.

"PROMETHEUS"

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Ridley Scott vuelve al espacio exterior después de treinta años. “Alien” y “Blade Runner”, sus dos incursiones en la ci-fi anteriores, son piezas magistrales de las que uno no puede escapar así como así. Son la puta Biblia de la ciencia ficción, el nuevo testamento, como aquel que dice. Después nada volvió a ser igual, como pasó con el “2001” de Kubrick o el “Metropolis” de Lang. Ahora Scott viene a contarnos los orígenes de una de sus obras maestras, así, un poco por la cara. Pero además nos suelta que “Prometheus” no tiene nada que ver con la película del 79, aunque le da tiempo para chulearnos y soltarnos alguna que otra puntillita tipo “aunque tiene el ADN de Alien”. No nos engañemos, muchos espectadores han posado su culo en la butaca para ver que relación guarda esta película con la original y hasta que punto nos explicará los orígenes del jodido “SPACE JOKEY”, así que mejor que Ridley Scott no se pase de listo. Por lo tanto en ese aspecto no defrauda: “Prometheus” se puede ver como un film independiente de la saga “Alien” pero abre la puerta para resolver muchas preguntas sobre su origen. No resuelve demasiado, por supuesto, pero para eso está ahí el bueno de Scott, preparando una secuela (o dos) en la que quizás, está vez, nos trace una línea directa hacía el clásico del 79. De eso se trata, ¿no? De crear expectación. De tenerte cogido de las pelotas durante las dos horas que dura la película, pendiente de que guiño o explicación va a suceder a continuación. De hecho, al poco tiempo de haber empezado la película me entraron ganas de mear y Scott consiguió que no evacuase mi “agüita amarilla” hasta que no terminó el film. No quería perderme nada, quería estar atento porque aunque Ridley dijera que “Prometheus” no tenía nada que ver con “Alien”, algo había. Y lo hay, no jodamos. Que Ridley Scott no es tonto y para eso creó esa obra maestra a finales de los setenta. Lo malo es que en aquellos tiempos había gente muy buena detrás, sobretodo un tío (Dan O’Bannon) que sabía lo que era el miedo y que tenía continuos dolores abdominales que desembocaron en la terrible enfermedad de Crohn. De ahí nació el germen de “Alien, el octavo pasajero” y su escena más turbadora. Así que ahora, nada nos viene de nuevo (véase esa paródica auto-cesárea que se hace Noomi Rapace para sacarse al bicho que trae en su vientre… Ese androide teñido que es fan del mortal [pero mítico] “Lawrence de Arabia”… ¿estamos de coña o que?). “Prometheus” es una película muy entretenida, con unas escenas muy épicas y acojonantes, pero que carece de ese miedo que impregnó O’Bannon a “Alien”. “Prometheus” es más bonita de ver pero no sorprende. Si en la película del 79 teníamos una historia simple pero llena de simbología y detalles que ayudaban al terror y a la ambientación, en “Prometheus” nos encontramos con una extenuante y explicita cháchara sobre los orígenes del hombre, la fe y Dios, que no consigue que te preguntes una mierda. Perdón, bueno sí, lo único que uno se pregunta cuando está viendo “Prometheus” es: ¿cuándo cojones va a salir el puto xenomorfo o ya a las malas el jodido “SPACE JOCKEY”? Entonces, “pum” los vemos (ese casi "alien" final es un claro ejemplo de por donde van a ir los tiros a continuación) y nos quedamos tranquilos. Sabemos que ha merecido la pena aunque para ello te hayas tragado una sarta de chorradas que, por otro lado, son muy entretenidas como he dicho. Sabes que esto seguirá y que picarás. Volverás al cine porque es Ridley Scott - el papá de la criatura - quien está detrás y porque está tocando una de las piedras angulares de la ci-fi de los últimos tiempos y no te lo puedes perder. ¿Qué si me ha gustado “Prometheus”? Más de lo que esperaba porque esta vez si, ahora si estamos ante un film de ciencia ficción “mainstream” con alma de serie B.  

LOS MEJORES PARES DE TETAS DEL CELULOIDE: Hoy... Manuela Arcuri

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08/01/1977
Algo tienen las italianas, de eso no cabe duda, así que volvemos con una nueva entrega de “tetas” con este bellezón que ha lucido palmito en la televisión, en el cine e incluso en el mundo petardeo, con bastante generosidad. Esta modelo y actriz merecía más - ¿no les parece que podría haber sido una digna competidora de, por ejemplo, Monica Bellucci? -, pero lamentablemente parece que sus intentos por despegar como actriz no han dado su fruto a pesar de que ha aparecido en dos películas españolas, una es la laureada “Juana la Loca” de Vicente Aranda y la otra la olvidable “Cosa de brujas” de José Miguel Juárez, además de protagonizar una portada memorable Interviú (de esas que se enmarcan) e intervenir en la serie española “Pepe Carvalho”, protagonizada por Juanjo Puigcorbé (y en la que también se dejó ver otro cañón italiano con menos glamourpero igual de potente, Valeria Marini). Sinceramente, después de ver instantáneas como las que acompañan este post uno se queda con ganas de más. ¿Quién sabe? Quizás le de a la italiana por volver a poner toda la carne en el asador y abandonar la televisión italiana para protagonizar más películas que se estrenen por estos lares.

MERCENARIOS

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Como queda poco para el estreno de “Los mercenarios 2” y además he escuchado una noticia la mar de suculenta en la que se decía que en la tercera entrega podriamos encontrar en el reparto a Clint Eastwood, Harrison Ford, Nicolas Cage y, si la justicia lo permite, Wesley Snipes, he corrido raudo y veloz para escribir cuatro cosas sobre los que para mi son, han sido y serán, los grandes “mercenarios” del cine americano.


CHARLES BRONSON (03/11/1921 – 30 /08/2003), Ehrenfield, Pennsylvania, USA.

Méritos: Sin lugar a dudas es el héroe rudo por excelencia, además de sentar las bases de las películas sobre justicieros nocturnos o “vigilantes” con la mítica “El justiciero de la ciudad”. A pesar de todo, su carrera ha venido marcada por las puertas que fue abriendo Clint Eastwood.

Primer golpe: En la serie de televisión “Fireside Theatre”. Después de aparecer en varias películas y series sin acreditar vino “My six convicts” del argentino Hugo Fregonese, “Los crímenes del museo de cera” y “Ola de crímenes”, ambas de André de Toth o “Apache” y “Veracruz” de Robert Aldrich, acreditado en todas ellas como Charles Buchinsky (su nombre auténtico es Charles Dennos Buchinsky).

Golpe de suerte: La serie de TV, “Man with a camera” y su rol principal en “Machine-gun Kelly” de Roger Corman le abrió las puertas para intervenir en papeles de mayor envergadura y consiguió ser uno de “Los siete magníficos” de John Sturges.

Grandes golpes: Ha sido uno de los convictos de “Doce del patíbulo”, de nuevo con Robert Aldrich, y el misterioso pistolero llamado “Harmónica” en “Hasta que llegó su hora” de Sergio Leone. Intervino en la excelente “Fríamente… sin motivos personales” de Michael Winner y junto a éste encarnaría al eterno vigilante Paul Kersey en “El justiciero de la ciudad” (1974), a la que le seguirían cuatro secuelas.

Último golpe: Aquejado de Alzheimer, Charles Bronson apareció por última vez como Paul Fein en la tercera parte de “Familia de policías”, después se retiró y murió en 2003 de una neumonía.


CLINT EASTWOOD (31/05/1930), San Francisco, California, USA.

Méritos: Aparte de haberse labrado con el tiempo una digna carrera como realizador que le ha valido el título de ser el “último director clásico vivo”, habría que señalar que gracias a su desalmado personaje de pistolero sin nombre y al poco rudimentario inspector Harry Callahan de la saga de “Harry, el sucio”, Clint Eastwood cambió de una vez por todas la figura del típico héroe americano, dando píe al cine de acción que más tarde invadió la gran pantalla.

Primer golpe: En un pequeño papel en la secuela de “La mujer y el monstruo”, “Revenge of the creature”, dirigida por Jack Arnold en 1955.

Golpe de suerte: Aunque muchos atesoren su éxito a la trilogía de Sergio Leone realizadas en tierras almerienses, habría que decir que no habría conseguido su papel de pistolero sin nombre sino hubiera sido por su papel de Rowdy Yates en “Rawhide”, una serie de televisión mediante la cual consiguió forjarse una fama bastante considerable en Estados Unidos.

Grandes golpes: Hablar de “grandes golpes” cuando estamos frente Clint Eastwood es hablar de prácticamente toda su filmografía. Aún así, podríamos destacar “Por un puñado de dolares”, “La muerte tenía un precio”, “El bueno, el feo y el malo” – todas ellas dirigidas por el italiano Sergio Leone -, “Harry, el sucio” – dirigida por Don Siegel y que conoce cuatro secuelas -, y la eclosión de todos sus meritos en la imperecedera obra maestra “Sin perdón”, filme por el que ganó el Oscar al mejor director y a la mejor película.

Último golpe: a la espera de que se estrene “Trouble with the Curve” dirigida por Robert Lorenz, la última incursión en la gran pantalla de Clint Eastwood fue en la mítica “Gran Torino”, dirigida por él mismo y vehículo que le serviría como catarsis para todos aquellos papeles de tipo duro que había encarnado a lo largo de su carrera. “Gran Torino” fue la muerte de Harry Callahan, tal y como muchos dijeron, y el actor anunció su retirada, cosa que finalmente y gracias a Dios, no ha sido así.


FRED WILLIAMSON (05/03/1938), Gary, Indiana, USA.

Méritos: Con permiso de Jim Brown, Fred Williamson - primero jugador de fútbol americano, después arquitecto y más tarde actor -, se convirtió en el más celebre “black action hero” de los setenta y ochenta. También se ha atrevido a ponerse tras la cámara y ha escrito los libretos de varias de sus películas.

Primer golpe: La primera aparición de Williamson la encontramos en la serie de TV, “Ironside”.

Golpe de suerte: Su papel de Steve Bruce en la serie de TV “Julia” le abrió las puertas a su participación en la película de Robert Altman “M.A.S.H.”

Grandes golpes: Su papel de luchador en “Hammer”, dirigida por Bruce D. Clark y producida por Al Adamson, “El padrino de Harlem” y “Hell up in Harlem”, ambas de Larry Cohen, “Aquel maldito tren blindado”, “1990: Los guerreros del Bronx” y la bizarra “Los nuevos bárbaros”, todas ellas bajo las órdenes del italiano Enzo G. Castellari y la sobrecogedora “Vigilante” de William Lustig, son buena muestra de lo que Williamson es capaz de ofrecernos. A finales de los ochenta encarnaría al Teniente Robert Malone en la producción trasalpina “Black Cobra” de Stelvio Massi, personaje que volvería a repetir en tres ocasiones más. Por lo demás, casi que cabría destacar su participación en “Abierto hasta el amanecer” de Robert Rodríguez y “Starky y Hutch” de Todd Philips... y poco más.

Último golpe: Como parece ser que no está invitado a la fiesta de Stallone, Williamson sigue sobreviviendo en algunas series de TV y productos directos a DVD. Su último golpe se llama “Last ounce of courage” y tiene en la recamara “The Gold Rush Boogie”, “Life outside” y la comedia de animación/horror “Styky Fingers: the movie”.


CHUCK NORRIS (10/03/1940), Ryan, Oklahoma, USA.

Méritos: Aparte de ser el prototipo de novio que toda madre le gustaría para su hija y de preservar muchos valores como la familia y el matrimonio en sus películas, Chuck Norris es campeón del mundo de karate y creador de una arte marcial propia, el “chun kuk do”.

Primer golpe: Su primera aparición sin acreditar fue en la película “La mansión de los siete placeres” de Phil Karson.

Golpe de suerte: Su aparición en “El furor del dragón” donde se las tenía que ver con Bruce Lee, es la pelea más mítica del cine. En el recuerdo colectivo sigue aquel terrible momento en el que el actor hongkonés le arrancaba a Norris una buena mata de pelos del pecho.

Grandes golpes: A Norris le van los papeles de grandes patriotas, como soldados, ex combatientes de la guerra del Vietnam o sheriffs. Gente con un gran sentido del deber. “Los valientes visten de negro” de Ted Post, “Furia Silenciosa” de Michael Miller, “Desaparecido en combate” de Joseph Zito o “Delta Force” de Menahem Golan, no serían lo mismo sin su presencia. De hecho, incluso algunas películas malas en las que ha actuado, no son malas sólo por su presencia. Otro ejemplo: no conozco a nadie que haya visto un solo capítulo de la serie “Walter, Texas Ranger”. Nadie. Pero todo el mundo sabe de qué serie se trata e incluso de que va.

Último golpe: Que ha nadie le quepa le menor duda que “Mercenarios 2” será un bombazo porque “Chuck Norris lo ha aprobado”. Incluso ha pasado por alto que la película esté cargada de violencia (o eso dicen), cosa rara en él… En la recamara guarda “The Novice”, dirigida por su hermano Aaron Norris.


SYLVESTER STALLONE (06/07/1946), Nueva York, USA.

Méritos: Atendiendo a sus inicios, Sylvester Stallone es de todos los “mercenarios” el que mejor se ha sabido adaptar a los tiempos, con permiso de Clint Eastwood, claro.

Primer golpe: La primera aparición de Stallone fue en una pequeña película porno titulada “The party at Kitty and Stud’s” en 1970, por la que ganó 200 dólares.

Golpe de suerte: De nuevo Roger Corman está presente en la suerte de otro “mercenario” al producir dos películas en las que Stallone tendría papeles más destacados: “Capone” y “La carrera de la muerte del año 2000”.

Grandes golpes: La filmografía de Stallone está compuesta por algunas películas que han marcado a toda una generación, pero además ha sido él mismo el que se han encargado de idearlas y en bastantes ocasiones, llevarlas a la gran pantalla. Ha estado nominado al Oscar al mejor actor, además de otro más por el de mejor guión. La culpable fue “Rocky”, película que lo catapultó definitivamente. Después de dirigir y escribir dos secuelas del famoso boxeador, abordaría otro personaje que le haría eterno, John Rambo. “Acorralado” cambiaría por completo las películas de acción (y de guerra) para siempre. Con el paso del tiempo los músculos de Stallone se han ido inflando y los muertos de sus películas comenzaron a multiplicarse por 100. “Máximo riesgo” de Renny Harlin y “Demolintion Man” de Marco Brambilla, fueron sus dos películas más destacables de los noventa, junto a “Juez Dredd” de Danny Cannon, que a pesar de ser bastante digna no tuvo el éxito que se merecía. Después vendrían algunos títulos sin mayor trascendencia pero cuando parecía que no había salida, Stallone consiguió reciclarse a los tiempos que corrían. Primero poniendo el broche final (¿?) a sus dos personajes míticos en dos películas impresionantes, “Rocky Balboa” y “John Rambo”, y segundo escribiendo y dirigiendo un festín de acción con aroma de los ochenta en “Los Mercenarios”, donde además consiguió reunir a algunas de las estrellas del cine de acción.

Último golpe: A pesar de la trágica muerte de su hijo, el futuro parece optimista para Stallone. “Los mercenarios 2” (y una posible tercera entrega de ésta), “The Tomb” junto a Schwarzenegger, “Bullet to the Head” dirigida por Walter Hill y una comedia junto a Robert De Niro llamada “Grudge Match”, serían los siguientes proyectos que tiene en la recamara.


ARNOLD SCHWARZENEGGER (30/07/1947), Thal, Styria, Austria.

Méritos: Schwarzenegger fue Mr. Universo antes que actor, así que posiblemente se podría decir que fue el primer “héroe” ultra hormonado de la historia del cine. Después de Arnold, nada volvería a ser igual.

Primer golpe: Después de ser Mr. Universo, el joven Schwarzenegger haría su incursión en el cine en la olvidable “Hércules en Nueva York”.

Golpe de suerte: Su papel de bárbaro en “Conan, el Bárbaro”. Pese a que muchos no encuentran en la película John Milius todo el enriquecedor universo que creó Robert E. Howard, no cabe ninguna duda que no habrá ningún otro Conan como el que interpretó Arnold Schwarzenegger.

Grandes golpes: Pues la filmografía del actor austriaco, al igual que la de Stallone, está compuesta por algunas películas que han marcado a toda una generación. Además de la ya citada “Conan, el bárbaro”, en la filmografía del actor encontramos títulos tan míticos como “Terminator” y su segunda parte, dirigidas por James Cameron, “Depredador” y “El último gran héroe”, ambas dirigidas por John McTiernan o “Desafío Total” de Paul Verhoeven. A pesar de volver a encarnar al androide asesino en “Terminator 3” y que se viera su imagen mediante efectos infográficos en “Terminator. Salvation”, Schwarzenegger no ha intervenido en películas de mayor trascendencia, salvo quizás la notable “Mentiras arriesgadas” de nuevo con James Cameron.

Último golpe: Después de abandonar su nefasta carrera como gobernador de California, con escándalos sexuales de por medio y algunas sentencias de muertes que el actor autorizó, Schwarzenegger vuelve a la palestra realizando un papel con más peso en la segunda parte de “Los mercenarios 2” de Simon West, además de tener en la recamara “The Last Stand”, dirigida por el director surcoreano de culto Kim Jee-woon, y “The Tomb”, dirigida por Mikael Hafström, que protagonizará junto a Sylvester Stallone.


STEVEN SEAGAL (10/04/1952), Lansing, Michigan, USA.

Méritos: Steven Seagal es cinturón negro y séptimo dan en “aikido”. No lo parece, pero el tipo es una auténtica máquina de matar. A pesar de eso, sus personajes son mucho más comedidos que los de otros “mercenarios” del cine de acción. También le mola la música y ha escrito algunos de los temas de sus películas.

Primer golpe: Su primera aparición fue directamente como protagonista en “Por encima de la ley” de Andrew Davis.

Golpe de suerte: Trabajar en “El reto del samurái” o “Nunca digas nunca jamás” - donde le partió la muñeca a Sean Connery mientras le “enseñaba” artes marciales -, le abrió las puertas a Hollywood.

Grandes golpes: Además de la citada “Por encima de la ley”, Steven Seagal protagonizó “Difícil de matar” de Bruce Malmuth, donde interpretaba a otro letal héroe que, sin embargo, terminaría respetando la ley y no se tomaba la justicia por su mano (o al menos no tanto). Quizás su película más celebrada sea “Alerta máxima” también dirigida por Andrew Davis, donde interpretaba a un simple cocinero de un barco militar que antiguamente había sido un Navy SEAL y que tras el abordaje de un grupo terrorista, deberá hacerles frente. En 1994 encontramos su única incursión en la dirección con la cinta de acción con mensaje ecologista, “En tierra peligrosa” y en 1996 protagonizó junto a Halle Berry y Kurt Russell, “Decisión crítica” de Stuart Baird. Por lo demás, casi podríamos saltar hasta su pequeño papel de villano en “Machete” de Robert Rodríguez y Ethan Maniquis.

Último golpe: A la espera de poder reunirse junto a los demás mercenarios en una hipotética tercera entrega de “Los mercenarios” (al parecer el actor no ha podido aparecer en ninguna de las dos entregas anteriores por la negativa de uno de los productores de la cinta que, por lo que se ve, no lo quiere ver ni en pintura), tan sólo podemos encontrar subproductos como “Maximum Conviction” o la serie de TV creada por el propio Seagal, “True Justice”.


BRUCE WILLIS (19/03/1955), Ida-Oberstein, Alemania.

Méritos: Ha sido capaz de albergar en su filmografía productos puramente mainstreamcon otros más arriesgados e independientes como “Pulp Fiction” o “Four Rooms”, de la mano de un primerizo Tarantino, además de adaptarse con bastante facilidad (e incluso éxito) en otros géneros ajenos a la acción. También tiene una banda de rock, pero por lo que se ve en la música no le va tan bien como en el cine.

Primer golpe: Su primera aparición fue en “El primer pecado mortal” de Brian G. Hutton, filme protagonizado por Frank Sinatra en el que Willis no salía ni acreditado.

Golpe de suerte: Por supuesto, no conoceríamos a Bruce Willis si no fuera por la serie de TV “Luz de Luna”, en la que aparecía junto a Cybill Shepherd, la mujer que en aquellos tiempos quitaba el sueño a muchos jóvenes.

Grandes golpes: Sin duda haber protagonizado “Jungla de cristal” de John McTiernan. Su desgraciado personaje de John McClane estaba cargado de frases lapidarias e ironía y Willis demostró que no hacía falta estar ciclado hasta las cejas para ser un héroe mítico. A “Jungla de Cristal” le siguieron tres secuelas más, siendo la última, estrenada en el 2007, una desvirtuación total de lo que en su día fue su personaje. Dentro de su filmografía cabría destacar otro personaje mucho más sombrío y decadente que su mítico McClane: el Joe Hallenbeck de “El último Boy Scout” de Tony Scott. Por lo demás, salvo estrepitosos fracasos puntuales como “El gran halcón” de Michael Lehman, se podría decir que la carrera de Willis ha estado más o menos equilibrada y llena de éxitos. “Pulp Fiction” de Quentin Tarantino, “12 Monos” de Terry Guilliam, “El último hombre” de Walter Hill, “El quinto elemento” de Luc Besson, “El sexto sentido” y “El protegido” dirigidas por M. Night Shyamalan, “16 calles” de Richard Donner, “Sin City” de Robert Rodríguez y Frank Miller, “Planet Terror”, de nuevo con Rodríguez o la reciente “Moonrise Kingdom” del director de culto Wes Anderson, dan fe de su buen ojo a la hora de escoger proyectos.

Último golpe: En “Los mercenarios 2” tendrá un papel como Dios manda y lo veremos pegando tiros como antaño, pero en la recamara guarda “Looper” de Rian Johnson, “G.I. Joe: la venganza” de John M. Chu y la adaptación al cine del videojuego “Kane y Lynch” que dirigirá F. Gary Gray.


DOLPH LUNDGREN (03/11/1957), Spanga, Estocolmo, Suecia.

Méritos: Tras esa cara de pocos amigos se esconde una persona muy culta. Tiene el doctorado en ingeniería química y además sabe cinco idiomas, entre ellos el español. También se ha atrevido a dirigir y escribir algunos de sus últimas películas (directas a DVD).

Primer golpe: En “Panorama para matar” de John Glen, una de las entregas de James Bond en la que aparecía en un breve papel junto a su pareja por aquel entonces, Grace Jones.

Golpe de suerte: Su papel de boxeador ruso llamado Ivan Drago en “Rocky IV” de Sylvester Stallone, supuso un punto y aparte en su filmografía.

Grandes golpes: Aunque fue un fracaso en su momento, “Masters del universo” de Gary Goddard y “Red Scorpion” de Joseph Zito, fueron dos de sus películas más recordadas. Igual de memorable es “Vengador” de Mark Goldblatt, adaptación al cine del cómic “Punisher”, que una vez más no obtuvo el éxito merecido. Así que tras varias películas no demasiado boyantes se enfrentó a Jean-Cleaude Van Damme en “Soldado universal”, una de las pocas cintas interesantes de Roland Emmerich que obtuvo cierta repercusión y dos secuelas directas a video, siendo la tercera, “Soldado Universal: Regeneración” de John Hyams, la película en la que retomaría su personaje. También ha aparecido en “Johnny Mnemonic” de Robert Longo o en “Blackjack”, telefilm dirigido por el mítico John Woo. Después poca cosa más a destacar salvo, como no, su papel de Gunnar Jensen en “Los mercenarios” de Sylvester Stallone, el personaje más memorable de la cinta ya que incluso fue capaz de resucitar para posibles secuelas.

Último golpe: Retoma su personaje en “Los mercenarios 2”, además de volver a la franquicia de “Soldado Universal” en una cuarta entrega, de nuevo junto a Jean-Cleaude Van Damme.


JEAN-CLAUDE VAN DAMME (18/08/1960), Bruselas, Bélgica.

Méritos: A algunos he escuchado decir que Van Damme, en realidad, no sabe artes marciales y que su flexibilidad se debe única y exclusivamente al ballet que estudió durante su juventud. Pues bien, este belga practica el karate, el kickboxing y el full-contact, a la perfección, además de saber ballet, por supuesto.

Primer golpe: Su primera aparición en la gran pantalla la encontramos en la comedia “Monaco Forever” dirigida por William A. Levey, donde interpretaba a un karateka gay.

Golpe de suerte: El astro belga luchó duro para labrarse una carrera. De hecho llegó a ganarse la vida como podía haciendo de taxista o repartiendo de pizzas. El hecho es que un buen día fue al gimnasio de Chuck Norris y éste se quedó impresionado ante la pericia de Van Damme con las artes marciales, así que le ofreció intervenir en “Desaparecido en combate” de Joseph Zito, como especialista. Un año después tendría un papel de villano en “Retroceder nunca, rendirse jamás” dirigida por el hongkonés Corey Yuen.

Grandes golpes: Su primera etapa fue la de mayor éxito llegando a encadenar varías películas de cierto prestigio como “Contacto Sangriento” de Newt Arnold, la pseudo secuela de “Masters del universo”, “Cyborg” de Albert Pyun, “Kickboxer” de Mark DiSalle y David Worth, “Lionheart, el luchador” y “Doble impacto” ambas dirigidas por Sheldon Lettich y en las que Van Damme colaboró como guionista, la citada “Soldado universal” de Roland Emmerich, “Blanco humano” de John Woo y la notable “Timecop, policía en el tiempo” de Peter Hyams, ambas producidas por Sam Raimi. Y por último cabría destacar “Sudden Death (Muerte súbita)” de nuevo con Peter Hyams tras las cámaras y la desfasada “En el ojo del huracán" de Tsui Hark. Después de varios fracasos y títulos poco trascendentales, entre ellos su debut como director en “The Quest”, Van Damme resurgió de sus cenizas con la excelente “JCVD” de Mabrouk El Mechri, donde demostraba que aparte de ser puro músculo también es capaz de hacer una interpretación de Oscar (aunque bueno, hacía de él mismo).

Último golpe: Pues a la espera de, una vez más, “Los mercenarios 2” donde volverá a encarnar a un villano, Van Damme tiene pendiente protagonizar la cuarta parte de “Soldado Universal”, dirigida por el hijo de Peter Hyams, John Hyams, “Enemies Closer” donde se pondrá de nuevo a las órdenes de Peter Hyams (¿parece que se llevan bien, no creen?) y la cinta de ciencia ficción “U.F.O” de Dominic Burns.

AL DÍA

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Vuelvo de mi retiro vacacional y me pongo al día. Primero, termino “Breaking Bad” y me despido del maquiavélico Walter White - el mejor súper-anti héroe que ha parido la caja tonta - después de haberme acompañado durante un mes entero, que es lo que he tardado en poder ver las cinco temporadas que componen de momento la serie. Ahora toca esperar hasta el año que viene para saber como demonios va a terminar la mejor serie de televisión que he visto nunca. Una serie que, que cojones, es cine puro y que contiene momentos que saben a gloria bendita. Prometo hablar de ella algún día, quizás no tarde demasiado.


Segundo, comunico a todos que me he abierto una cuenta de estas del pajarito, del Twitter. En ese garito cibernético soy @Lazoworks y la verdad es que todavía no sé exactamente como funciona, ni entiendo muy bien en que consiste el Twiter este. ¿Se trata de poner chorradas y que las demás personas te sigan el rollo? Lo que si es seguro es que uno se pone al día en los temas que le interesan y que puede seguir a distintas personalidades de las que normalmente le es difícil saber algo. De ese modo ya no me es tan difícil saber en que andan metidos algunos de mis héroes o saber como va el mundo, que también es importante. Pese a todo, tal y como he dicho, no sé a ciencia cierta que utilización le puedo dar yo al Twitter en el futuro, salvo que pueda “informar” casi minuto a minuto de mis vivencias durante el Festival de Sitges de este año, la verdadera razón por la que me he metido en este berenjenal. Me iré poniendo en forma con el pájaro no teman, y a todo aquel que tenga Twitter que me haga un “following”, que lo pasaremos bien.


Tercero y último, no me puedo olvidar de la indignante subida del IVA (en los cines del 8% al 21%) lo cual hace que un servidor se plantee seriamente si podrá escaparse a las salas tanto como a él le gustaría y que se pregunte como diablos va a tirar hacia delante con todo lo que se nos viene encima. Con todas estas incógnitas y con seis euros veinte entré en el cine sin saber si sería la última vez que pisaría el sagrado templo del séptimo arte. La película en cuestión era paradójicamente “Los mercenarios 2” – ¿después de los “Mercenarios” se acabó el cine para mi? - , una descacharrante película de acción con el mayor body count de la historia y que si, es muy ochentera y todo lo que digáis, pero su tono autoparódico se asemeja más con la sublime “Hot Shots 2!” de Jim Abrahams de lo que muchos se piensan. Es más, que a nadie le quepa la menor duda que esta nueva entrega está mucho más cercana a la comedia (o al spoof) que al puro cine de acción adrenalítico que fue la primera parte. Aunque esta secuela sea ligeramente inferior a la cinta dirigida por Stallone hace un par de años, nadie se puede perder ver a estos héroes ciclados y rellenos de botox destruyendo todo a su paso o la épica aparición de Chuck Norris, cuya breve presencia parece estar guionizada directamente a base de “Chuck Norris facts”. Eso si, quizás lo más inquietante de la película sea Jean-Claude Van Damme, que en el film hace de villano. El actor belga luce durante gran parte del metraje unas gafas de sol, pero cuando se las quita… Uy, cuando se las quita… Cuando se las quita da auténtico miedo, señores.  

POST-NUCLEAR BLOODY FILMS: LOS SOBREVIVIENTES ELEGIDOS

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Los sobrevivientes elegidos (Chosen survivors, Sutton Roley, 1974): Bueno, me da a mi que no estamos ante una película post-apocalíptica al uso. “Chosen survivors” nos relata la historia de un grupo de personas que son elegidas para sobrevivir en el interior de un búnker militar situado bajo tierra, después de que en el exterior se desatase una guerra termo-nuclear (que, por cierto, es mostrado a base de material de archivo de planos de volcanes en erupción ¿?). La situación claustrofóbica y de desasosiego por la que pasan, provoca que la tensión entre los diferentes “elegidos” vaya in crescendo, llegando a su máximo grado de terror cuando un grupo de murciélagos chupa sangres y asesinos se cuelen en el interior del búnker creando el caos.

Sutton Roley, realizador de numerosas series de televisión - entre las cuales podemos destacar “El fugitivo”, “Rawhide”, “Viaje al fondo del mar”, “Bonanza”, “Los invasores”, “Mision imposible” o “Los hombres de Harrelson” - , se encarga de dirigir este invento, en un principio interesante, y lo intenta hacer lo mejor que puede, pero lamentablemente el guión – escrito por Joe Reb Moffly y Harry Spalding -, no da para demasiado y no crea apenas momentos de tensión/terror que merezca la pena ser recordados, salvo quizás, esa violación que finalmente termina siendo un polvo consentido y que comete el empresario sin escrúpulos encarnado por Jackie Cooper a una de las jóvenes y bellas “sobrevivientes”. Es precisamente el personaje de Cooper, el más retorcido e hijosdeputa de todos, el que despierta algo de interés en la trama, puesto que los demás “sobrevivientes” son planos, aburridos y merecen morir desde el minuto uno. Desde el científico que estudia el comportamiento de los demás, hasta el escritor de literatura pulp fracasado que se vuelve una persona más “optimista”, pasando por el miembro del ejército que cuida de las instalaciones… a nadie le importa un pimiento lo que les vaya a suceder. Es más, estás deseando que esas ratas aladas los ataquen lo antes posible.


Aún así cabe destacar la presencia de Lincoln Kilpatrick en el rol de atleta afroamericano de pocas palabras llamado Woody Russo, que es alentado por el hijodeputa del empresario – Cooper una vez más - para que se sacrifique por salvar al grupo. Kilpatrick, que ya participó en dos de las míticas películas ci-fi de Heston, “El último hombre… vivo” o “Cuando el destino nos alcance”, protagoniza los últimos y emocionantes minutos de la película cuando, debido a su fuerza y habilidad, comienza a escalar el hueco del ascensor y un grupo de murciélagos le atacan sin piedad, todo ello acompañado por un score hipnótico y desolador por obra y gracia de Fred Karlin (“Westworld”). Aunque bueno, la verdad es que no sé si estos últimos minutos me supieron a gloria porque, precisamente, eran ya los últimos. ¡Por fin se había terminado la película!  

SITGES 2012: LINE-UP DEFINITIVO

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Ya queda menos para que arranque el Festival de Sitges y ya se han hecho públicas las películas que compondrán la parrilla de este año. Me zambullo en ellas y de momento saco en claro que no me puedo perder la batalla entre padre e hijo que se llevará a término con la exhibición de “Antiviral” y “Cosmópolis” de Brandon y David Cronenberg, respectivamente. Tampoco puedo hacer oídos sordos a las exquisiteces que ha vertido Jordi Costa sobre “Berberian Sound Studio” vía Twitter, ni lo suculenta que puede llegar a ser el biopic “El fantástico mundo de Juan Orol”. Jennifer Lynch, hija de su padre, estará presente por partido doble en la edición de este año, primero dirigiendo “Chained” y segundo protagonizando “Despite de Gods”, documental que relata las vivencias por las que pasó durante el rodaje bollywoodiense de la estrafalaria “Hisss”. No me puedo perder “Headshot” de mi admirado Pen-ek Ratanaruang, ni la última de Don Coscarelli, “John Dies at the End”. ¿Y qué decir de “O Apóstolo”, último proyecto en el que colaboró Paul Naschy poniendo la voz a uno de los personajes; o el remake de “Maniac” que para la ocasión contará con Elijah Wood encarnando al inquietante serial killer que dio vida Joe Spinell en el clásico de Lustig? No, no y no... No me puedo perder la segunda parte de “Outrage”, “Outrage: beyond” de Takeshi Kitano, ni puedo dejar pasar la oportunidad de ver la nueva película de Quentin Dupieux, “Wrong”. También se podrá ver una de esas películas malditas de la filmografía española “Vida en sombras” dirigida por Lorenzo Llobet-Gràcia y protagonizada por Fernando Fernán-Gómez y la nueva de Rob Zombie, “Lords of Salem”. Este será el año de los films de episodios o de "sketches", así que “The ABCs of Death” y “V/H/S” están en el punto de mira... Hasta “The Fourth Dimension” con Val Kilmer puede que tenga su qué. También hay varios documentales indispensables: “Slice and Dice: The Slasher Film Forever”, “The conspiracy”, “The Exorcist in the 21st Century”, “Me @ the zoo” o “Eurocrime! The Italian cop and gangster films that ruled the 70’s”. Por otro lado vuelve Kim Ki-duk con su “Pieta”y Rian Johnson con su “Looper”. Podremos ver la segunda entrega de los New Kids en “New Kids Nitro”, en la que incluso habrán zombies y se proyectará todo un festín para amantes del género de terror: “The cabin in the woods”. En el mondo macabro de este año se podrá ver dos pink movies, “Assault! Jack the Ripper” y “Star of David: Beauty Hunting”, y por otro lado, Bollywood estará presente este año con varias películas, pero “Gangs of Wasseypur” se me antoja épica. Pero es que no me voy a conformer con eso, también están “Grabbers”, “Excision”, “Nameless gangster: rules of the time”, “Thale”, “Robo-G” o “Zombie Ass: Toilet of the Dead”… ¡Ah! Y se me olvidaba… Por nada del mundo me puedo perder “El Bosc”, la última película del maestro Oscar Aibar…
De momento estos son los títulos elegidos por mi de entre toda la cantidad de películas que se proyectan en el festival, una vez allí unos se quedarán fuera y otros entrarán en la lista, todo dependerá de lo que vaya viendo por el camino. Ya hay ganas de Sitges… Contando los días como un loco, amigos…

Para ver el resto de películas que se podrán ver: http://sitgesfilmfestival.com

FANZINE CIGARRO PURO Nº 1

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Oigan, ¡que el fanzine "Cigarro Puro" se pasa a la descarga totalmente gratuita por Internet! Corto y pego lo que dicen en su blog. Ahí va:


"Aquí tienen el Número 1 de "Cigarro Puro, "Mi chica" y otras historias de amor y destrucción" en formato "pdf" para que lo pueda descargar y disfrutar quien quiera. De hecho, como podrán ver que en la portada, se puede ver el precio de dos euros que ya aparecía en el número 0, pero como no me voy a hacer rico con esto y ponerte a distribuir un fanzine en esta ciudad del infierno trae más quebraderos de cabeza que otra cosa, prefiero hacer una labor altruista y que todo el mundo se fume un buen"Cigarro puro"... Después de meditarlo mucho creo que es lo mejor que puedo hacer... Y que rule muchachos, que rule... Todo repleto de historias inéditas que tal y como dice el título són de amor y destrucción. ¡¡Dibujos rebuenos!! ¡Incluso podrán encontrar una bonita sección donde se harán unas críticas de cine con dos pelotas! Que lo disfrute cuanta más gente mejor...
Nos vemos en McDonalds. Os amo, primos.

Para descargar, pulsen AQUÍ o AQUÍ (Donde más rabia les de)."

TOTALMENTE RECOMENDABLE. NO LO LAMENTARÁN (O SÍ).

RUMBO A SITGES 2012

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El amo y señor de este lugubre blog, por la mañana y sin afeitar.
Lamento tener tan abandonado el blog últimamente, pero es que ando bastante liado. Y es que entre una cosa y otra no me queda tiempo apenas para tomarme un respiro... Pero no me quejaré... Ahora toca pasar una semana larga en Sitges asistiendo al mejor Festival de cine del mundo, como cada año. Y ya van 15, ni más ni menos. Pero este año es especial, y digo especial de verdad.  En esta edición del Festival de Sitges, este blog asiste por primera vez en calidad de prensa. Por lo tanto, ya se pueden imaginar la ilusión que llevo en lo alto y con las ganas que voy...
Para paliar mi ausencia, todos aquellos pueden seguir mis aventuras en Sitges "minuto a minuto" vía Twitter (@Lazoworks) y en cuanto pueda, prepararé un artículo como Dios manda para que lo puedan disfrutar en este, su blog amigo. 
De momento les dejo el spot del Festival de Sitges 2012 y, ya saben, nos vemos pronto. ¡Que no se me pierda nadie que pasaré lista!

SITGES 2012

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Sitges. Foto: Lazoworks.
Terminó la 45ª edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya y llegó la hora de alimentarse correctamente y de dormir al menos unas seis horas diarias. El Festival de Sitges es uno de los eventos favoritos por los amantes del género, pero su frenético ritmo hace que tus energías mermen por momentos y que, al final, termines agotado completamente. Pero ha valido la pena pues en esta edición se han podido ver títulos arriesgados que han alentado la ira o la entrega total del respetable. No sé si será una impresión mía pero este año ha primado la paja mental en vez del horror puro que siempre se suele apoderar de la extensa parrilla que Sitges. Ha habido de todo, por su puesto, como en cada edición, pero un tufillo intelectual ha campado por la costa catalana durante estos días.



Holy Motors (Leos Carax, 2012)
“Holy Motors”, la vuelta al largo de Leos Carax después de más de una década sin estrenar película (si obviamos su segmento en “Tokio!”, claro), se ha llevado casi todos los premios habidos y por haber en Sitges. Y es que, como digo, este año el “gafapastismo” estaba muy presente. ¿Qué decir de Holy Motors? Una puesta en escena impecable, hipnótica y en algunos casos electrizante… El tour de force de Denis Lavant encarnando todo tipo de papeles es sencillamente magistral y, pese no haberse llevado el galardón al mejor actor, se podría decir que lo merecía de lleno. No por menos “Holy Motors” es un homenaje a la (a veces) triste figura del actor y nos muestra a un hombre que viaja en su limosina de un lugar a otro para encarnar diferentes papeles –de vieja indigente, de banquero, de padre separado…- dando pie a unas singulares historias de lo más extrañas, conmovedoras y (algunas) divertidas. Tal vez no sea correcto decir que “Holy Motors” es una película de “sketches”, pero la mejor historia es aquella en la que, caracterizado de freak, Lavant emerge de las profundidades de las cloacas y se pasea por el cementerio comiendo flores y fumando como un cosaco, para acto seguido irrumpir en mitad de una sesión de fotos y raptar a la modelo Kay M (Eva Mendes). Este inquietante personaje vestido de verde ya aparecía en el antes citado segmento de “Tokyo!”, vista hace cuatro años en el Festival y, de verdad, merece especial atención.



Cosmopolis (David Cronenberg, 2012)
Y ya que hablamos de limosinas, otra que sirvió de transporte a su protagonista fue la de “Cosmópolis”, adaptación de la novela de Don DeLillo por un David Cronenberg en estado puro. Robert Pattison, ídolo de masas por su papel de vampiro con purpurina en la saga “Crepúsculo”, encarna aquí a un joven de éxito que, en mitad de revueltas y disturbios, decide cruzar media ciudad para ir a cortarse el pelo a la barbería del barrio donde se crió. Aunque no se podría decir que se encuentre entre lo mejor de su filmografía, “Cosmópolis” es la vuelta al Cronenberg de “Crash”, “Videodrome” o “ExistenZ”, además incluir una de las escenas de sexo más estrambóticas de su carrera: Pattison charla apasionadamente con Samantha Morton mientras su doctor le inspecciona la próstata.




Peter Strickland en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Berberian Sound Studio (Peter Strickland, 2012)
Otro film que hizo las delicias de los más “intelectualoides”, fue la interesante “Berberian Sound Studio”. Dicha película nos narra la nefasta estancia de un ingeniero de sonido inglés (Toby Jones) durante la post-producción de una cinta de terror italiano a mediados de los setenta. “Berberian Sound Studio” nos adentra de ese modo en una pesadillesca experiencia donde realidad y ficción se entremezclarán, utilizando los elementos (sonoros) propios de las producciones fantásticas del país trasalpino de la época. Una bonita pirueta sobre el género que, sin embargo, sabe a poco.



Excision (Richard Bates Jr., 2012)
“Excision” nos adentra en un mundo particular. Uno en el que John Waters y Traci Lords se encuentran de nuevo sin desentonar en absoluto. Un mundo lleno de adolescentes con problemas - pero problemas serios - y donde además se propone el sexo y la muerte como liberación, o que una actriz tan bella como AnnaLynne McCord - la asesina letal de “Transporter 2” – aparezca caracterizada como una “Betty, la fea” sádica y con las neuronas muy locas. “Excision” parte de un cortometraje realizado por el propio Richard Bates Jr. en el 2008 y puede que el principal problema de la película sea precisamente ese, su traslación al largo. Lo que en el corto quedaba como algo potente, en su salto al largo se desvirtúa y conforme va avanzando el metraje, comprobamos que no tiene un rumbo fijo. Tenemos unas excelentes interpretaciones (Traci Lords, por ejemplo, demuestra de una vez por todas que es una gran actriz), y una película llena de imágenes impactantes y muy bien dirigidas. Pero el problema es que tan pronto crees que vas a ver una comedia gamberra como las de Waters (imperdible el cunnilingus con regla), nos adentramos en una sucesión de escenas oníricas llenas de necrofilia y gore, pasando por el drama juvenil/familiar (sacado del mismísimo infierno, eso si), y terminando como una psicopática historia de amor entre hermanas. No sé, no puedo decir que no me gustase, todo lo contrario, me encantó. Pero se le echa en falta un rumbo definido y un tono que armonice el conjunto. Puede que no sea el ejemplo más correcto, pero viendo “Excision” me acordé de otro corto que saltó al largo con excelentes resultados, pero al que se le podía achacar el mismo problema, “Cashback”.


Calum Waddell en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Mark L. Lester presentó una versión remasterizada de su "Curso 1984". Foto: Lazoworks.
Slice and Dice: The Slasher Film Forever (Calum Waddell, 2012)
Durante el festival se hizo una retrospectiva con dos de los títulos más memorables del terror ochentero. Una era “Maniac Cop 2” de William Lustig, que por cierto, estuvo de visita por el festival y fue galardonado con la “Màquina del Temps”, y la otra “Curso 1984” de Mark L. Lester, que presentó una versión remasterizada del film. Previamente a estos dos clásicos contemporáneos del género, se proyectó “Slice and Dice: The Slasher Film Forever” de Calum Waddell, documental que arroja algo de luz al explotadísimo “slasher”. Lamentablemente, a pesar de contar con algunos testimonios no tan usuales como el de Scott Spiegel o Fred Olen Ray, esta crónica sobre el “slasher” no dice nada que no hayan dicho ya otros documentales como “Nightmares in Red, White and Blue: The evolution of the American Horror Film” o la notable “Goint to Pieces: The rise and fall of the Slasher Film”. Bastante flojito.


William Lustig, Elijah Wood y Frank Khalfoun en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Maniac (Frank Khalfoun, 2012)
Y ya que hemos sacado a colación a Lustig, muchos opinábamos que intentar revisionar un clásico contemporáneo como su “Maniac”, podía ser pecado mortal. Sobretodo si atendemos a que el original de los ochenta estaba protagonizado por el inquietante Joe Spinell – uno de los artífices del guión –, que consiguió una de las caracterizaciones de serial killer más espeluznantes que ha dado esto del séptimo arte. Y cuando uno se entera de que el que va a encarnar al “maniaco arranca cabelleras” en la nueva versión es Elijah Wood, a quien le dan ganas de arrancarse la cabellera y toda la piel del cuerpo, es a un servidor. ¿Puede conseguir un actor como Wood – tan ligado a papeles ultra ñoños como el Frodo del Señor de los Anillos -, encarnar a tamaño psicópata? Nunca lo sabremos. Es decir, si, Wood consigue estar convincente en su papel, pero debido a la utilización de la cámara subjetiva – con la que está filmada toda la película – tan sólo aparece en pantalla cuando se acerca a un espejo y se ve reflejado en él. Por ese motivo siempre nos quedará la duda de si Elijah Wood podía haber soportado el peso de un papel tan difícil durante todo el metraje. Aunque viendo los resultados y estando Alexandre Aja detrás en funciones de guionista y productor, pienso que al menos se hubiera acercado a Spinell. Un buen remake.



Juego de niños / Come out and play (Makinov, 2012)
¿Y qué tal si hablamos de un remake sobre uno de los pilares de fantaterror patrio? ¿Qué tal si decimos que han querido revisionar “¿Quién puede matar a un niño?” del maestro Chicho Ibáñez Serrador? Pues estamos a las antípodas de lo que, bajo mi opinión, debía de ser un buen remake. Esta nueva versión realizada por el misterioso Makinov y apadrinada por Diego Luna y Gael García Bernal, recrea casi paso a paso (y en ocasiones, plano a plano) el original sin el menor atisbo de originalidad y sin intentar reinventar o explotar los aciertos de ésta. Y es una verdadera lástima porque tenía todos los ingredientes para poder haber sido una película al menos interesante. Ni siquiera el hecho de estar rodada en México ha valido para realizar algún tipo de crítica en la relación USA-México y una actriz de la talla de Vinessa Shaw (“Las colinas tienen ojos”, “Two Lovers”…) va perdiendo fuelle a medida que avanza el metraje. Un mal remake.



Wrong (Quentin Dupieux, 2012)
Después de sorprender a todo Sitges con una rueda que reventaba cabezas mediante sus poderes telequinésicos, el francés Quentin Dupieux presenta su nueva película, “Wrong”. En dicho film, Jack Plotnick interpreta a un hombre gris que un buen día despierta con el corazón roto ante la misteriosa desaparición de su perro. Desde entonces las cosas no le irán demasiado bien, por un lado, la palmera que tenía en el jardín se ha convertido en un pino, por otro la telefonista de la pizzería a la que ha llamado se hospeda en su casa porque dice que se ha enamorado de él y para rematar, se entera que un tal Master Chang (William Fichtner), un vendedor de libros para amaestrar perros mediante poderes telequinésicos, anda detrás de la desaparición de su mascota. Aunque no estamos ante una premisa tan sorprendente como la de “Rubber”, este “Wrong” es otro buen ejemplo de “post-comedia” y, porque no decirlo, también de “post-drama”. Pero quizás, ante tanta sorpresa y tanto humor absurdo, su final flaqueé por parecer algo “convencional”.



Seven Psychopaths (Martin McDonagh, 2012)
Otra que también abordaba el secuestro de cánidos, fue la excelente “Seven Psychopaths” de Martin McDonagh, un film coral que mezcla con bastante brío la comedia y el thriller, y en el que nos encontramos con un reparto en estado de gracia y que está compuesto por actores de la talla de Michael Pitt, Collin Farrell, Sam Rockwell, Harry Dean Stanton, Woody Harrelson, Tom Waits y un Christopher Walken tocado por los Dioses. “Seven Psychopaths” es uno de los mejores de noirs contemporáneos en la línea de “Snatch, cerdos y diamantes”, “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto” o “Kiss Kiss, Bang Bang” y fue una de las mejores películas que se programaron en la presente edición.



The ABCs of the death (Kaare Andrews, Ernesto Díaz Espinoza, Thomas Cappelen Malling, Jorge Michel Grau, Banjong Pisanthanakum, Timo Tjahjanto, Andrew Traucki, Jake West, Mikael Wulff, Angela Bettis, Hélène Cattet, Jason Eisener, Bruno Forzani, Adrián García Bogliano, Xavier Gens, Lee Hardcastle, Noboru Iguchi, Yoshihiro Nishimura, Simon Rumley, Marcel Sarmiento, Jon Schnepp, Srdjan Spasojevic, Nacho Vigalondo, Ti West, Ben Whetley, Adam Wingard, Yudai Yamaguchi, 2012)
También pudimos ver “The ABCs of the death”, un filme formado por veintiséis cortometrajes dirigidos por de las mentes más privilegiadas del género. El experimento se basa en que cada uno de estos realizadores aborde una letra del abecedario y recree una manera atroz de morir. Aunque en su globalidad “The ABCs of the death” sea algo irregular, algunos de sus cortos son una genialidad, sirva de ejemplo el corto que abre el abecedario de la muerte, la “A” de “Apocalipsis” dirigida por Nacho Vigalondo y protagonizado por Manuel Insua y Eva Llorach (ambos, según reconoció el propio Vigalondo, “robados” de “Diamond Flash” de Carlos Vermut); la “D” de “Dogfight” por Marcel Sarmiento, era un corto lleno de estilo que relataba la pelea con final sorpresa entre un boxeador y un perro, y se llevó el aplauso más unánime de la sala; Adam Wingard abordó la “Q” de “Quack”, un corto que pretendía plasmar una muerte real en la gran pantalla… la de un pato; Lee Hardcastle, fue el realizador que se hizo un puesto en la película con su corto al ganar el concurso de videos amateurs organizado por la productora Drafthouse para abordar la letra “T”, suyo es el de “Toilet”, un corto de animación recreado por stop-motion con el que también se aplaudió con las orejas; y por último, otro corto que ahora recuerde es el de “F” de “Fart” (Pedo) de Noboru Iguchi – autor de “Sukeban Boy” o “Robo-Geisha” -, que nos cuenta la historia de una alumna del instituto que desea ardientemente oler un pedo de su profesora hasta morir (este, me robó el corazón, la verdad).


Fernando Cortizo (izqda) y parte del equipo de "O Apóstolo" en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
O Apóstolo (Fernando Cortizo, 2012)
Después de varios años sin ver la luz, por fin se estrenó en Sitges “O Apóstolo”, producción española de animación por stop-motion que cuenta la historia de Ramón, un ladrón de poca monta que después de huir de la cárcel va a parar a un pueblucho de Galicia, donde al parecer guardan el botín de un antiguo golpe. Una vez allí comprobará que tras la amabilidad de sus habitantes se esconde un terrible secreto. En el reparto encontramos Carlos Blanco, Jorge Sanz, Manuel Manquiña, Geraldine Chaplin, Luis Tosar y, en su último papel póstumo (hasta la fecha [¿queda algo más por ahí pendiente?]), un divertidísimo Paul Naschy como el Arcipestre. “O Apóstolo” supone una interesante muestra de spanish gothic que haría palidecer a Tim Burton (y si no, debería).


Girls against boys (Austin Chick, 2012)
“Grils against boys” de Austin Chick, nos adentra en el tan manido subgénero del “rape and vengeance” sin mostrar apenas síntomas de originalidad o de reinventarse. Tenemos chicas guapas, varios destetes y algún integral. Hasta tenemos algún medio homenaje a “Ms. 45” de Abel Ferrarra, una de las obras cumbres del género, pero poco más. Y es una lástima porque el empaque técnico y artístico era muy bueno.



Paul Hyett y Rosie Day en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
The seasoning house (Paul Hyett, 2012)
“The seasoning house” ahonda en el tema de los raptos y las persecuciones – elementos que sirvieron para que fuera comparada con “Martyrs” o “Eden Lake” - con la guerra de los Balcanes de fondo. Estamos en 1996. Angel (Rosie Day), una chica sorda, es secuestrada por unos proxenetas después de que el ejército matase a su familia. Una vez encerrada en un improvisado edificio que hace las veces de club de alterne, Angel será testigo del maltrato y de las vejaciones a las que son sometidas las demás reclusas. Por si fuera poco, Angel será la encargada de inyectarles heroína a las chicas con tal de que éstas no huyan (¿guiño a “Thriller, a cruel Picture”?), pero un día su actitud de sometimiento cambiará con la llegada de los mismos soldados que asesinaron a su familia. Contundente película que pone los pelos de punta gracias a unos efectos especiales llenos de realismo.



Assault! Jack the ripper (Yasaharu Hasebe, 1976) / Star of David: Beauty Hunting (Noribumi Suzuki, 1979)
Dentro de la sesión “Mondo Macabro” que cada año irrumpe en una de las sesiones de madrugada de Sitges, se hizo una retrospectiva homenajeando a la ya centenaria productora Nikkatsu.
Una de las exhibidas fue “Assault! Jack the ripper” de Yasaharu Hasebe, una cinta enfermiza donde las haya, que versa sobre una joven pareja que asesina bellas damiselas para remediar sus problemillas sexuales. De ese modo seremos testigos de numerosos apuñalamientos en las “huchas” de las víctimas y unas escenas de sexo de lo más estrafalarias en las que las mujeres follan desnudas y los hombres vestidos (o bien, comiendo unos sándwich, como si nada). Y adentrándonos aún más en este tipo de sexo barroco, se pudo ver “Star of David: Beauty hunting” de Noribumi Suzuki, todo un especialista de las pinku eiga con títulos en su haber como “Pinky Violence” o “Convent of the sacred beast”. En “Star of David: Beauty hunting” una joven será violada por un despiadado criminal y tiempo después dará a luz a un niño que, cuando crece, será igual o más hijodeputa que su padre. Ataduras, violaciones, meadas y hasta cumshots sobre fotos de judíos de camino a la cámara de gas, nos depara esta notable “extravaganza”.



Outrage: Beyond (Takeshi Kitano, 2012)
Takeshi Kitano volvió a estar presente en la presente edición con “Outrage: Beyond” segunda parte de su anterior película como director. Resulta curioso comprobar que tras “destruir” su carrera con exquisiteces tales como “Glory to the filmmaker”, “Takeshis” o “Achilles and the tortoise”, el artífice de “Violent Cop” opte ahora por continuar exprimiendo los mismos planteamientos (convencionales) que se hacían en la original. Si bien es verdad que “Outrage” tenía muchísimos aciertos, esta “Outrage: Beyond” es la prueba del cansancio y desgaste del actor/director nipón y la señal de que no parece sentirse cómodo con el cine más comercial. Aún así, la secuela goza de una puesta en escena excelente y algún momento memorable, como un asesinato por lanzamiento de pelotas de béisbol. Un pequeño chasco que, esperemos, se pueda remediar.



Chained (Jennifer Lynch, 2012)
Jennifer Lynch también estuvo presente en Sitges por partida doble, por un lado protagonizando el documental sobre su fatídica experiencia rodando “Hisss” en la India en “Despite the Gods” y por otro, presentando su cuarto largometraje. “Chained” nos adentra en la historia de un niño que es raptado y encadenado por el psicótico Bob (un Vincent D’Onofrio en estado de gracia que, no por menos, se llevó el premio a la mejor interpretación masculina de la presente edición). Aunque resulta muy interesante el punto de vista que Lynch ofrece sobre la relación que nace entre el villano y la víctima, su final baja varios enteros al estar solventado UNA VEZ MÁS mediante “flashbacks” y “finales sorpresa”. Aunque este tipo de recursos hicieron de “Surveillance” una obra maestra, esperemos que no se convierta en la “marca de la casa” y que opte por liquidar sus películas de otra manera en futuros proyectos.


Myles Kane y Josh Koury en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Eric Swain y Troy Bernier en la salida del Casino Prado en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Journey to Planet X (Myles Kane y Josh Koury, 2012)
“Journey to Planet X” de Myles Kane y Josh Koury, es un documental cuanto menos curioso que aborda la vida/obra de dos artistas amateurs de “cineTube”: Eric Swain y Troy Bernier, un par de científicos que los fines de semana ruedan algunas piezas de lo más bizarras en el garaje de uno de ellos. De esta cinta me sorprendieron dos cosas: una fue el hecho de encontrarme con los dos protagonistas del documental vendiendo camisetas a la salida del cine; y la otra, que los muy canallas dispusieran de un amplio harén de actrices de los más explosivas para aparecer en sus cortos. ¿Cómo demonios lo conseguirán?


Sebastián del Amo en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
El fantástico mundo de Juan Orol (Sebastián del Amo, 2012)
Algo más arriesgado fue llevar a la pantalla la vida y obra de Juan Orol, un gallego que fue torero, policía, actor, director y siempre mujeriego. Precursor del género gangsteril en México, Juan Orol es conocido por “Gángsters contra Charros” y por su emblemático personaje Johnny Carmenta, protagonista de gran parte de su filmografía y que encarnó él mismo. Aún así, recoger toda una vida como la de Juan Orol en un biopic de hora y media es casi una misión suicida. “El fantástico mundo de Juan Orol” se ve con gusto y la caracterización de Roberto Sosa como el realizador de “Madre querida” es de lo más efectiva. Pero lamentablemente se echa en falta una mayor profundidad en el personaje y se abusa demasiado a la hora de sintetizar los acontecimientos que marcaron la vida de Orol. De hecho, viendo “El fantástico mundo ...” uno se pregunta que resultados hubiera tenido si en vez de intentar plasmar casi toda su filmografía, Sebastián del Amo hubiera tocado solamente un periodo concreto de la vida del cineasta, tal y como hizo Tim Burton a la hora de llevar a cabo su “Ed Wood”.



Beasts of the southern wild (Behn Zeitlin, 2012)
“Beasts of the southern wild” de Behn Zeitlin está rodada en una Lousiana post-Katrina y nos adentró en un futuro incierto y catastrofista a través de la mirada de la pequeña Hushpuppy (Quvenzhané Wallis), una niña que vive con su rudo padre en La Bañera, una aldea abandonada a su suerte y separada de la civilización. Allí deberán hacerse fuertes y a aprender a sobrevivir a las inundaciones provocadas por el deshielo de los casquetes polares. Por ahí salen unas bestias, si, esas que vienen del sur salvaje, pero representan una metáfora sobre los sentimientos reprimidos. Aunque no terminó de matarme, he de reconocer que “Beasts of the southern wild” está muy bien realizada y que tiene algo especial.



Dee Wallace presentando "Lords of Salem" en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
Lords of Salem (Rob Zombie, 2012)
Una de las películas que fue injustamente vilipendiada por gran parte del público fue “Lords of Salem”, la última de Rob Zombie. Antes de continuar debería aclarar que a mí jamás me entusiasmó Zombie y que de lo que ha realizado, tan solo me quedo con “Renegados del diablo”. Pero ahora todo ha cambiado, ahora toca darle una nueva oportunidad a “La casa de los 1.000 cadáveres” e incluso a las dos partes de su “Halloween”. Ahora me rindo ante este polifacético artista y me pongo a sus pies tras ver esta personalísima e hipnótica historia de amor y satanismo. Incluso me someto al último tramo de la película que ha servido para que muchos le critiquen y le tachen de pretencioso y de, ojo, ¡haber realizado un videoclip! Además, el reparto está compuesto por unas brujas de lo más encantadoras: Meg Foster, Patricia Quinn, Judy Geeson, Dee Wallace y, aunque no entre dentro del aquelarre, Maria Conchita Alonso. Una obra maestra por la que, ahora si, llamaría genio a Rob Zombie. (Por cierto, que fijación tiene el director con el trasero de su esposa, Shery Moon Zombie. Eso si es amor).




Spring Breakers (Harmony Korine, 2012)
Programada dentro de la sesión sorpresa del último sábado del festival pudimos ver “Spring Breakers”, la nueva película de Harmony Korine (a quien todos recordarán por el guión de “Kids” de Larry Clark), que hacía doblete en el festival con su episodio en “Fourth Dimensión”. La verdad es que me quedé maravillado ante este inusual cóctel de pistolas y mujeres en bikini. Nadie se puede perder las pintas de colgado que luce James Franco en la película y como este se atreve a entonar el “Everytime” de Britney Spears, o ver a Selena Gomez - ídolo adolescente que por cierto, hacía triplete en el festival con “Hotel Transilvania” y “Aftershock”- fumando crack y perrear mientras su fe católica se tambalea. Si, “Spring Breakers” se te queda en la mollera y es muy difícil olvidar esos glúteos y esas pecheras contorsionándose a cámara lenta o, allá en el último tramo del film, borrar de tu memoria a esas dos letales asesinas con pasamontañas rosas y enfundadas en unos minúsculos trajes de baño, acribillando con sus metralletas a todo ser viviente con el que se cruzan. Una auténtica gozada que podría pasar por un programa tipo “Callejeros fiesteros” pero con argumento y estilazo.




Don Coscarelli en Sitges 2012. Foto: Lazoworks.
John dies at the end (Don Coscarelli, 2012)
Además de proyectarse “Phantasma” en una retrospectiva, Don Coscarelli presentó su última película, “John dies at the end”. En ella Dave (Chase Williams) contacta con un escritor (Paul Giamatti) para contar una historia difícil de explicar, la suya. Dave y su amigo John (Bob Mayes) probaron en su día una potente droga de color negro (a la que llaman "salsa de soja") que les ofreció un rasta-man llamado Robert Marley (Tai Bennett) y a raíz de entonces sus vidas dejaron de ser lo mismo. Después de inyectarse esa salsa de soja tan pronto ven el futuro, como se les aparece un monstruo formado a base de embutidos y trozos de carne recién salidos del congelador. Una película con mucho humor y de lo más delirante que me entusiasmó sobremanera. Tanto que pienso que “John dies at the end” podría ser la mejor película de la filmografía de Coscarelli.




El Bosc (Oscar Aibar, 2012)
Y por fin llegamos a mi película favorita del Festival, “El Bosc” del maestro Oscar Aibar. Un film fantástico nada convencional ambientado durante la guerra civil y que está por encima de cualquier labertinto, fausto o espinazo. Oscar Aibar, a diferencia de la gran mayoría de directores que han tratado el tema, no ha intentado buscar buenos ni malos, sino más bien hacer especial hincapié en lo absurdo de la(s) guerra(s). Además “El Bosc” cuenta con un reparto de lujo en el que encontramos al estadounidense Tom Sizemore, al actor fetiche de Aibar, Pere Ponce, a Alex Brendemuhl y por encima de todos, a una Maria Molins descomunal, encarnando un personaje que soporta sobre sus espaldas todo el peso del film. “El Bosc” es una película genial y muy necesaria para los tiempos que corren, ahora que los nacionalismos, las patrias y las banderas, están haciendo tanto daño.

PALMARÉS:
Mejor película en competición: Holy Motors, de Léos Carax
Premio especial del jurado: Chained, de Jennifer Lynch
Mejor dirección:Holy Motors, de Léos Carax
Mejor interpretación femenina: Sightseers, a Alice Lowe
 Mejor interpretación masculina: Chained, a Vincent D’Onofrio
Mejor guión: Sightseers, de Amy Jump, Alice Lowe y Steve Oram
Mejores efectos especiales: The Viral Factor, de Yee Kwok-leung, Garrett Lam, Ho Kwan-yeung
Mejor fotografía: Headshot, de Chankit Chamnivikaipong
Gran Premio del Público – El Periódico de Catalunya: Robot & Frank, de Jake Schreier
Premio José Luis Guarner: Holy Motors, de Léos Carax
Mención especial del jurado de la Crítica: Berberian Sound Studio, de Peter Strickland
Premio Citizen Kane al mejor director novel: Antiviral, a Brandon Cronenberg 
Premio  Noves Visions: Rebelle, de Kim Nguyen
Premio “No-Ficció”: Me @ the Zoo, de Chris Moukarbel, Valerie Veatch
Premio Petit Format: Crazy & Thief, de Cory McAbee
A la mejor película Casa Ásia: Dragon (Wu Xia), de Peter Ho-sun Chan
A la mejor película de animación: Okami kodomo no ame to yuki (Wolf Children), de Mamoru Hosoda
Al mejor cortometraje de animación: Fuga, de Juan Antonio Espigares
Méliès d’Argent al largometraje de la Secció Oficial Europeu Fantàstic a Competició: Holy Motors, de Léos Carax
Al cortpmetraje de la Secció Oficial Europeu Fantàstic a Competició: Eat, de Moritz Krämer
Al largometraje de la Secció Oficial Fantàstic Panorama a Competició: Tower Block, de James Nunn, Ronnie Thompson
Al cortometraje de la Secció Oficial Fantàstic a Competició: Elefante, de Pablo Larcuen
Mejor cortometraje Brigadoon: Zona de caza, deJordi O. Romero
Premio Jurat Carnet Jove a la mejor película oficial Fantàstic Competició Sitges 45: Antiviral, de Brandon Cronenberg
Mejor película Midnight X-Treme: Stitches, de Conor McMahon
SGAE - Nova Autoria:
Mejor dirección:Carles Harillo Magnet por El mal menor
Mejor guión:Carles Harillo Magnet por El mal menor
Mejor música original: Gonzalo Perales por Big red sour apple
William Lustig. Foto: Lazoworks.

Dee Wallace. Foto: Lazoworks.

PREMIOS HONORÍFICOS:

Gran Premio Sitges 45: Neil Jordan

María Honorífica: Enrique Cerezo y Dee Wallace.

Premio Nosferatu: Teresa Gimpera

Màquina del Temps: Don Coscarelli, William Lustig, Barbara Steele y Elijah Wood

EVIL DEAD (2013) - RED BAND TRAILER

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Hace un par de años escribí un post referente al posible remake que Sam Raimi iba a producir de "Ataque de Pánico!" (lo pueden leer, aquí), un cortometraje dirigido por Federico Alvarez. En dicho post contaba que Raimi iba a ofrecerle a Álvarez un presupuesto de 30 millones de dólares para que hiciera la película, cuando el corto apenas costó 200 Euros. Eso no era la primera vez que ocurría, Neill Blomkamp agrandó su propio cortometraje en la célebre "Distrito 9" de la mano de Peter Jackson y unos cuantos milloncejos, por lo que me preguntaba si esos presupuestos tan elevados no harían merma en las filmografías de estos "talentos" salidos de YouTube... Sin ir más lejos, tanto el propio Jackson como Raimi, han sufrido un duro revés en algunas de sus últimas (y costosas) producciones cuando en sus inicios eran unos verdaderos gurús y sus películas - Mal gusto, Darkman, Braindead, Posesión Infernal... - piezas de culto para los amantes del género. 
Pues bien, pasado todo este tiempo parece que Raimi se lo ha pensado y en vez de agrandar el corto de Federico Álvarez ha decidido que éste dirija el remake de su ópera prima (a su vez una especie de alargamiento de uno de sus primeros cortos, "Within the woods"), un film clave del terror contemporáneo que con muy poco dinero y mucha imaginación se convirtió en todo un referente del género. Tras mucho hablarse de una nueva entrega, de si Bruce Campbell iba a aparecer o no en él o si la dirigiría Sam Raimi, el remake de "Evil Dead" es uno hecho y se presenta con un contundente y hasta sorprendente primer trailer. La verdad es que parece que los 14 millones de presupuesto no ha hecho merma en el resultado y esta nueva versión de "Posesión Infernal" puede llegar a ser una película muy digna. Y si no juzguen ustedes mismos.

PLAYLIST DE MI VIDA (1)

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1.- Los Golfos - "Que pasa contigo tío". Esta es una de las pocas canciones que he escuchado en vinilo cuando era pequeño. Un auténtico hit lleno de referencias gamberras y cantado por dos chavalines que parecen sacados de una película de Eloy de la Iglesia. Imaginen la sorpresa que me llevé cuando, pasados muchos años, cuando ya casi la tenía olvidada, Alex de la Iglesia la rescata para su obra maestra "Muertos de risa" y Wyoming y Segura se encargan de entonarla.



2.- Dani Nel.lo y la Banda del Zoco - "Carta a Filipo". Dani Nel.lo ha colaborado con lo mejor de lo mejor del rock español. Ha colaborado con Loquillo, Bunbury o Carlos Segarra. A finales de los noventa decide crear su propia banda de rock y graba uno de mis discos favoritos de todos los tiempos, casi nada...



3.- Juan Perro - "Señora del mar". Santiago Auserón, la mitad de Radio Futura, es especial para mi por motivos que no puedo explicar, al menos de momento. Esta "Señora del mar" forma parte de mi, aunque suene a mariconada.



4.- Juampa y la Raja - "Cagar". Y ahora vayamos con otro cantautor totalmente diferente. El hecho es que cuando la mayoría empezaba a escuchar a los "Mojinos Escozios" (es decir, al principio, cuando todavía eran originales y algo divertidos), yo escuchaba una cinta pirata de un concierto de un tal Juampa (y que por cierto, está colgado en YouTube, la hostia). Cada día lo escuchaba en mis walkmans y pronto caí en la cuenta de que lo que hacía ese tío no eran canciones, sino ¡¡himnos!! ¡¡Que grande es Juampa!!



5.- Presión - "No hay duda". Y siguiendo con autores deslenguados, no me podía olvidar de toda una institución del hip-hop zaragozano: Presión, maestro de maestros y tosco como el sólo. Este temazo forma parte de una maqueta de seis temas producido por Hazhe (que se puede descargar por ahí). Últimamente lo hemos podido escuchar en uno de los cortes del disco de "R de Rumba" y algo más en el último de Erik Beeler, "Nunca es suficiente".

QUÉ SE ESCONDE TRAS LA MÁSCARA

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La máscara es un elemento bastante habitual en los “slahsers” y los “giallo”. “Torso, violencia carnal” de Sergio Martino, “Scream” de Wes Craven o “Seis mujeres para el asesino” de Mario Bava, son sólo algunos ejemplos de cómo se utilizan las máscaras para ocultar la verdadera identidad de los criminales. Algo parecido ocurre con las películas de superhéroes, en “Batman” o “Spider-man”, por ejemplo, se utilizan para ocultar la identidad del sujeto, con tal de protegerle a él y a los que le rodean. Sin embargo, existen algunos ejemplos en los que esa máscara forma parte del personaje y (en el mayor de los casos) no es necesario saber quien se esconde detrás.


Joseph Campbell nos explicaba en “El Poder del Mito” que, por ejemplo, la indumentaria de un juez, - recordemos, una túnica negra que le cubre todo el cuerpo y una peluca con rulos -, no era una mera vestimenta, sino que además formaba parte de un ritual en el que esa persona, - el juez -, encarnaba una función, que en este caso era la justicia. “Cuando alguien adopta el papel de juez, o el de presidente de los Estados Unidos”, contaba, “el hombre ya no es ese hombre, es el representante de una función eterna; tiene que sacrificar sus deseos personales e incluso sus posibilidades vitales a la función que está representando”. Siguiendo este ejemplo, esto mismo lo podríamos aplicar a la policía, el soldado e incluso al preso. Y al igual que los jueces y los policías, el superhéroe y el “psichokiller” también intentan, en la mayoría de los casos, utilizar su vestimenta para representar su función, que no es otra más que la de infundir el bien o el mal. Eso explica que en una película el asesino luzca su máscara ante la víctima que va a asesinar. ¿Qué sentido tiene que se oculte tras una máscara si no hay más testigos y la persona que tiene delante va a morir? Está claro que este recurso se utiliza para que el espectador no sepa la identidad del asesino hasta el final de la película, pero también se utiliza para infundirnos miedo, para saber que el sujeto enmascarado que sale en la pantalla es algo más que un asesino, es la representación del mal.


En “Halloween” de John Carpenter nos topábamos con un letal homicida que luce una máscara de carnaval. En este clásico seminal de Carpenter, apenas nos importa la verdadera identidad del asesino, de hecho, ya sabemos que su nombre es Michael Myers y en la secuencia pre-créditos, le vemos el rostro cuando era niño. Por lo tanto, aunque la máscara se le arrebata fugazmente al final de la película – mostrando un hombre deforme -, la intención de Carpenter era muy clara: Michael Myers no debía de ser humano, sino más bien la personificación del mal. De ahí que Michael Myers luzca cada Halloween su famosa e inexpresiva careta blanca, pues Michael Myers no tiene otra función más que la de infundir el miedo y el terror.


En la saga “Viernes 13”, después de pasar de la visión subjetiva y de un saco tipo “El hombre elefante”, Jason Voorhees se oculta bajo una máscara de hockey y la haría su seña de identidad en el resto de películas. Pasa de ser un ser deforme que clama venganza por la muerte de su madre, a un entidad maligna que asesina a adolescentes con las hormonas a flor de piel. Su grotesca máscara de hockey le otorga esa personalidad diabólica y sobrenatural que le ha hecho famoso. De hecho, aunque en alguna ocasión se la haya quitado, la gran mayoría de nosotros no reconocería a Voorhees sin ella.


En el bando de los buenos, de los superhéroes, nos encontramos con un caso muy parecido. Existen héroes que sin su máscara no serían nada, sólo simples mortales, por eso su identidad ha sido ocultada en todas y cada una de sus películas e incluso en la vida real. Se trata, como bien habrán adivinado, de los luchadores enmascarados. ¿Cómo son el “Santo, el enmascarado de plata”, “Blue Demon” o “Mil Máscaras”? ¿Alguien les puede poner rostro a estos luchadores? Aunque a veces se ha coqueteado con ese aspecto, no nos importa saberlo. Por lo tanto, aunque el enmascarado de la película le confíe su verdadera identidad a algún un niño (algo bastante habitual en este tipo de películas), jamás lo hará al espectador.


En “El enmascarado de plata”, un serial dirigido por René Cardona en 1952 que luego fue recauchutado como película y que no tiene nada que ver con el “Santo, el enmascarado de plata” que todos conocemos, se jugaba durante todo su metraje con la verdadera identidad del héroe, que en este caso se llamaba “El Médico”. Pues bien, durante “El enmascarado de plata” veremos como dos reporteros no pararan de aparecer justo después de que “El Médico” haya realizado alguna proeza y haya salido de escena, colocándolos como los dos únicos sospechosos de ser el hombre que se oculta tras la máscara. Incluso en un momento de la película, “El Médico” decide retirarse y desaparece. Pues bien, uno de los reporteros también desaparece misteriosamente, dejando clara la verdadera identidad del “Médico”. Pues cuando ya creemos que tenemos todo el pescado vendido, al final, para disipar dudas, veremos a los tres - los dos reporteros y “El Médico” - en escena, dejando claro, no solo al resto de personajes sino también al espectador, que el hombre que se esconde tras “El Médico” es un misterio y que, en cierto modo, no es humano.


Si Michael Myers o Jason Voorhees representaban la maldad gracias a sus máscaras, los luchadores enmascarados de las películas mexicanas simbolizaban el bien y la justicia. Por lo tanto, aunque sean claramente hombres de carne y hueso (y peguen hostias como panes), su identidad humana queda relegada a su función. No importa quienes sean sino el cargo que representan. Aunque también haya luchadores enmascarados del bando contrario y sean requetemalísimos, las máscaras de los luchadores son la viva la imagen de la benevolencia y honradez.


Si el ser humano no puede representar por si solo a la maldad, mucho menos podrá hacerlo con la bondad. La máscara nos otorga ese poder - ya sea bueno o malo - que por si solos no somos capaces de escenificar. El ser humano es bueno y sobretodo malo por naturaleza, pero parece que necesite un componente más para demostrarlo y por ese motivo tenemos las máscaras.

Que pasen un feliz Halloween, amigos.

LOS MEJORES PARES DE TETAS DEL CELULOIDE: Hoy... Grace Renat

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Graciela Prior Marin, nombre real de Grace Renat, nació en 1955 en el puerto de Veracruz y a los catorce años escapó de allí junto a su novio para entrar en el mundo del cabaret. Tras dos años su matrimonio fracasa pero esta deslumbrante y pechugona mujer no se rinde y consigue el título de "diosa de la noche" gracias a un concurso de la Asociación Nacional de Actores celebrado en México en 1973. Después intervino en el programa de TV "Variedades de medianoche" haciendo de vedette y aparecería en varias películas (la mayoría de corte erótico) como "La guerra de los sexos", "4 hembras y un macho menos", su mayor éxito "Estas ruinas que ves", la segunda parte de "Perros Callejeros" de José Antonio de la Loma o junto a nuestra Amparo Muñoz (QEPD) en "Sexo contra Sexo" y "Mírame con ojos pornográficos". Pero por si fuera poco, Grace Renat tendría el honor de aparecer en el broche final de la filmografía de "Santo, el enmascarado de plata" en las "gemelas" "El puño de la muerte" y "La furia de los karatecas", dirigidas por Alfredo B. Crevenna, donde enfundada en un minúsculo traje, baila y desafía la ley de la gravedad que da gusto (y por partida doble, pues hace doblete en ambas). Actualmente, según reza imdb, permanece alejada de las cámaras, pero aún así cabe destacar que siguió activa como vedette hasta finales de los noventa y principios del 2000.

¿HACEMOS UN BRINDIS?

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Ando trabajando en "cositas", "cositas" de las mías que espero que tarde o temprano salgan a la luz de un modo u otro, así que para mitigar la espera les adelanto otra "cosita", una "cosita" que ha hecho mi buen amigo Julio Cerrillo. Una pequeña historia ambientada en Tailandia y rodada con maña y un pulso narrativo que ni Kurosawa, oigan. En principio era para un anuncio de Freixenet, para un concurso que han montado, pero la verdad es que no sé en que situación anda ahora exactamente. Lo importante es que en definitiva se vea y se disfrute, así que... Dura un minuto, salen boxeadores y está narrada en off por una tía que habla en inglés, ¿qué más quieren?

EL SONIDO DE LA MUERTE (1966)

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 Dentro de la escasa filmografía española dedicada al género fantástico previa a 1968 (año de partida al boom del fantaterror patrio), encontramos una película totalmente reivindicable, “El sonido de la muerte”. Y es reivindicable por varios motivos. Primero obviamente por quedar marginada y relegada al olvido en nuestro país, mientras que en USA tienen hasta su edición en DVD (modestita, si, pero ahí está). Segundo porque a pesar de tener un presupuesto limitadísimo, “El sonido de la muerte” tiene un reparto la mar de interesante y cuenta con la presencia de la mítica (y malograda) Soledad Miranda (futura musa de Jesús Franco), el galán Arturo Fernández o la entrañable Lola Gaos; y ya de caras para afuera cuenta con la presencia de James Philbrook y la bellísima Ingrid Pitt en uno de sus primeros papeles (además de la colaboración de Sam X. Abarbanel y el griego Gregg C. Tallas, en funciones de guión, que ya habían colaborado juntos en “Prehistoric Women” de la Alliance Pictures). Y tercero, y siguiendo con el tema del poco presupuesto, también hay que apuntalar que gracias a esto, “El sonido de la muerte” es una de las películas españolas más originales e incluso influyentes del cine de terror en general. Y es que aunque la premisa sea un tanto básica – en un pueblo de Grecia, un grupo de arqueólogos buscan un tesoro escondido en el interior de unas cavernas y dan con el cadáver momificado de una criatura prehistórica -, tiene unos grandes momentos de terror y suspense, además de un ambiente claustrofóbico que serviría de inspiración al clásico de tintes lovecraftianos“Posesión Infernal” de Sam Raimi. 
“El sonido de la muerte” nos presenta a un grupo de sujetos encerrados en una casa porque han desatado una fuerza diabólica – imprescindible el personaje supersticioso y chapado a la antigua de Lola Gaos, para comprender el carácter maligno de lo que se ha desencadenado -, que nada tiene que ver con los meros monstruos encarnados por actores enfundados en disfraces de los filmes de la época. Ya sea por culpa de la censura y que al ser una producción española no se pudiera mostrar monstruos, o simplemente porque Jose Antonio Nieves Conde, su director, pasara de hacer el ridículo, el monstruo del film (o la criatura, el extraterrestre o como quieran llamarlo) es invisible. Este misterioso "ente" emite un potente e histérico grito (si, de ahí, el título) y asedia a los protagonistas hasta volverles locos, mientras que éstos se debaten entre seguir con su exploración y encontrar el tesoro que los hará ricos omitiendo el riesgo que eso conlleva, o hacer caso a los consejos del personaje de Lola Gaos, sin duda la única que tiene dos dedos de frente. 
No estamos ante una película perfecta ni mucho menos y tiene algún que otro desvarío típico de guión (los protagonistas, por ejemplo, no acuden a las fuerzas del orden mientras que, uno a uno, van apareciendo muertos), pero se agradecen esas pequeñas incursiones gore, esos actores aguantando la puerta de entrada mientras la “criatura” intenta entrar golpeándola una y otra vez, esas ventanas cerradas moviéndose y algún plano de visión subjetiva que, como ya apuntábamos, son el germen (junto a otro clásico de serie bé como “Equinox”) de la trilogía de Raimi. Se le pueden perdonar todos los fallos que tenga y más, porque en “El sonido de la muerte” se ven hachas clavadas en el aire, porque Soledad Miranda se pone a bailar un sirtaki y joder, porque hay hasta una inmolación. Una gozada absoluta que, como siempre, hay que acudir a la mula (existe una versión en dual español-inglés) para poder disfrutarla. No se la pierdan.



PRÓXIMA PARADA: "HORRORVISION"

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Después de embriagarnos de cine en Sitges, toca disfrutar de otros festivales más pequeños pero igual de interesantes. Así que la semana que viene arranca la cuarta edición del “Horrorvision”, el “Festival Independiente de Cine Trash de Terror, Serie-B, Caspa, Gore y Bichos Mutantes” (casi nada), que cuenta con las proyecciones del “slasher” pakistaní “Hell’s ground” de Omar Khan (en la que se muestra al primer serial killer con ¡¡burka!! de la historia); la noruega “Inside the Whore” de Reinert Kill, una suerte de mockumentary que gira en torno al anterior trabajo de su director “Hora”; la post-apocalíptica y bizarra “Manborg” del canadiense Steven Kostanski; la inglesa “Inbred” de Alex Chandon; la proyección en 16 mm de “Gorgo” (eso si, en V. O. sin subtítulos); los habituales bloques de cortos casposos, además de alguna sorpresa como un espectáculo de lucha libre; y si el año pasado “Horrorvision” contó con la presencia del mítico Lloyd Kaufman, este año viene a visitarnos el maestro del ultra gore alemán, Jörg Buttgereit a quien se le entregará el premio honorífico y del cual se podrán ver “Der todes king” y la emblemática “Nekromantik”. ¡¡Y todo ello entre los días 30 de noviembre y 1 de diciembre a un precio de risa!! ¡No se lo pierdan!
Aquí les dejo el enlace al programa de mano para que estén al tanto de los horarios:
“Horrorvision 2012”
Auditorio Les Basses
c/ Teide, 20. –Barcelona.
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